viernes, 31 de mayo de 2024

Recordando al Canal USA

La tormenta que cayó la noche del Martes en la ciudad fue un tanto sorpresiva. Y digo "un tanto" porque se había anunciado que tendríamos lluvias catalogadas como fuertes, pero creo que pocos esperaban que llegaran al nivel que pudimos contemplar hace unas horas. A pesar de las complicaciones que los aguaceros siempre terminan provocando en la ciudad (como muchas personas dicen: nunca llueve en Monterrey... y cuando llueve, se hace una tragedia), siento que nos cayó bastante bien para darnos un respiro en la ola de calor que superaba los 40 grados constantes, sin mencionar que nos ayudará un poco a combatir la sequía. Bueno: por lo menos de aquí hasta el comienzo de la temporada de lluvias fuertes, entre Julio y Septiembre. Como decía en el post anterior, tengo la esperanza de que dicho periodo venga con una buena cantidad de precipitaciones (ya sé que el término suena algo "técnico", pero no quiero ser repetitivo), no muy diferente a lo que ya tuvimos en 2020 ó 2022, cuando todo parecía perdido para nuestra cálida, seca y climáticamente caprichosa ciudad.

En fin... Tras un corte de energía que duró varias horas, y mientras intentaba dormir sin tener demasiado éxito, estaba recordando que durante la Primavera y el Verano de 2003 me gustaba ver el entonces llamado Canal USA (o USA Network, nombre oficial), que era el 56 del servicio básico de Cablevisión. En él se transmitían algunas de las series que estaban de moda en EEUU por esos años, como las diferentes versiones de Law & Order, JAG, Hercules o Xena, junto con películas "AAA" y otras que, más bien, estaban hechas para TV. Siempre lo consideré como el complemento del canal Sony (29) y, sobre todo, del AXN (23), puesto que el estilo de programación de ambos era bastante similar: acción, algo de misterio, quizá un poco de comedia y cero drama. Ahora bien, yo no veía el canal USA por las series modernas. Esas no me interesaban particularmente. No; a mí me gustaba sintonizar su programación porque a principios del ya mencionado 2003 se pusieron algo "retro", y de eso quiero hablarles el día de hoy.


I. You don't need a mastermind...

 

He buscado algunas referencias sobre el momento exacto en el que USA comenzó a transmitir lo que llamaron la Barra de Detectives, pero sólo he podido encontrar noticias sobre la programación para Brasil, la cual imagino que era distinta a la de México (o tal vez no. Creo que la de Cartoon Network, por ejemplo, resultaba exactamente igual para Centro y Sudamérica. De cualquier forma, no me cuadra con lo que puedo recordar). Al menos hay una coincidencia relevante: que en algún punto de Marzo o Abril de 2003, justo a las 12:00 PM de cada día de entre semana, daban un programa policíaco de la década de 1970/1980. Si no estoy mal, seguían este orden: los Lunes y Viernes, el horario le correspondía a Magnum P.I., con Kojak los Martes. Los Miércoles le llegaba el turno a The Rockford Files, mientras que el Jueves salía Baretta. Los Domingos pasaban uno o dos episodios de Columbo, y... ¿Starsky & Hutch? No... a esta serie la incluían como parte del bloque de madrugada del canal Sony, junto con The Incredible Hulk y otras contemporáneas, pero no entraba en la Barra de Detectives de USA.


Empecé a ver Kojak y Baretta de forma regular, aunque no estoy seguro de cómo ni por qué. Lo más seguro es que algún Martes haya sintonizado el canal USA antes de salir a la Preparatoria (estudiaba en el turno de la tarde), por simple casualidad. La serie tuvo que haberme parecido lo suficientemente interesante como para querer verla cada semana. De nuevo: era principios de 2003. Se trataba de una época en la que las series completas en DVD apenas estaban comenzando, y pocas personas en Monterrey (o en todo México, para acabar pronto) tenían reproductores de dicho formato. La mayor parte de los mortales seguíamos con VHS, en donde sólo podíamos conseguir algunos cassettes con tres o cuatro epísodios elegidos al azar. En el caso de Kojak, la serie era completamente nueva para mí. No tengo memoria de que alguna vez, a diferencia de The Munsters (creo que, con poquísimas excepciones, todos los niños y adolescentes que vivimos la década de 1990 en México vimos a Los Munster. Para nosotros, The Addams Family eran los personajes de una película moderna, con un director raro. La verdadera familia "terrorífica y cómica" de la TV era The Munsters), Gilligan's Island (otra super clásica, y algunos de nosotros también recordamos las caricaturas... ¡hasta Gilligan's Planet, el Planeta de Gilligan!), Bewitched I Dream of Jeannie (las clásicas series que pasaron y pasaron durante años en la TV nacional), haya formado parte de la programación abierta de los 90. Ocurría lo mismo con Baretta, que empecé a ver poco después de Kojak, aunque no me gustaba tanto (quizá lo mejor era el tema musical, a cargo de Sammy Davis Jr.). Magnum P.I. no me parecía interesante (se me hacía muy aburrida, por algún motivo. Sentía que le faltaba un poco de acción para tener a un antiguo SEAL con nombre de calibre como protagonista), y sólo llegué a ver un par de episodios de The Rockford Files, sin conectar mucho con la trama. 

Algunos años más tarde me enteré de que Telly Savalas, antes, durante y todavía después de su tiempo como Kojak, grabó algunos discos (5 álbumes de estudio y un buen número de sencillos, según nos informa Discogs) con covers de temas de Pop y Country de la era, como Yesterday When I Was Young, Something, Honey (ok, ésta si me sorprendió. No es un tema que esperara escuchar en la voz de Kojak), Help Me Make It Through The Night y otras canciones originales. Vamos con  un par de sus temas: I Walk the Line (de Johnny Cash, por supuesto) y Some Broken Hearts Never Mend (de Don Williams).



Ahora, ¿qué pasaban en USA Network los Sábados? ¿Más detectives, como Columbo los Domingos? Para nada. De hecho, comparando el realismo de las historias de detectives, la programación sabatina de USA no podía ser más opuesta a los relatos policíacos. La ciencia ficción se hacía presente con los "maratones" dedicados a Star Trek: cada Sábado, el canal de TV por cable debicaba las tardes para el deleite de los Trekkies que disponían de tiempo libre. Empezaban a las 2 PM con The Original Series, siguiendo con The Next Generation, Deep Space Nine y finalizando a las 5 PM con Voyager. Y si esto no era suficiente, por un tiempo podíamos cambiar al canal AXN a las 6 PM, para también mirar la repetición del nuevo episodio de Enterprise, que en 2003 era la novedad en cuanto a Star Trek se refería (claro: nada que ver con lo que ahora representa la serie. Tras las películas que sacaron en los 2010, ya ni siquiera sé cuántas adaptaciones de la franquicia existen, puesto que inclusive ya aparecen en formato de caricaturas para "adultos"). Considerando que, en ocasiones, por el propio USA o AXN podían pasar algunas de las seis películas basadas en TOS, u otras tantas de TNE (como First Contact) para cerrar el día, hablamos de que prácticamente todo el Sábado le pertenecía a Star Trek. Para el Trekkie apasionado, y volviendo al tema de que no era tan sencillo -o posible, de plano- encontrar las series completas en formato casero, era una forma excelente de aprovechar su pasión por las creaciones de Gene Roddenberry.

Y sigo en espera de que alguna vez llegue a Steam...
No me puedo considerar como Trekkie, pero siempre me gustó la serie original (todavía, en realidad. Es de las pocas series de TV que todavía acostumbro disfrutar de cuando en cuando). Era, de hecho, la única que no me perdía cada tarde de Sábado. No me importaba mucho The Next Generation, y menos Deep Space Nine. Voyager no estaba mal, pero admito que buena parte de mi interés por la serie se dio gracias al excelente juego de PC Star Trek Voyager: Elite Force, junto con su menos conocida secuela. Ambos títulos estaban ambientados en el mundo de Voyager (la segunda parte recibía mucha influencia de TNG, sin embargo), y cumplían perfectamente lo que siempre he considerado como regla de oro cuando nos referimos a la adaptación a videojuego de una franquicia: que pueda gustarle tanto a sus fanáticos como a aquellos que no saben nada del material de origen. En ese aspecto, los dos EF fueron un éxito, y creo que puedo considerarlos como las mejores representaciones de Star Trek en el ámbito gaming (también conocía a Voyager por la parodia publicada en la revista MAD en el número de Septiembre de 1995, que por aquí tuvimos en la tercera época de MAD en México).

Siempre lamentaré que perdí la oportunidad de comprar el primer Elite Force en su versión original, en caja de cartón grande (antes de que los juegos de PC comenzaran a distribuirse por medio de cajas estilo DVD), debido a mi maldita falta de fondos. Los de mi generación quizá recuerden las tiendas CompuPrice y sus ventas nocturnas, que fueron un intento de crear una cadena  dedicada a la tecnología (una especie de "Best Buy nacional"). La empresa tuvo muchos problemas financieros, sin embargo, terminando por cerrar de manera definitiva a mediados de la década de 2000. En una de las sucursales -muy cercana a mi casa, por cierto- tenían un remate de juegos de PC: 3 por $180.00. Inclusive en el momento del que les hablo (más o menos entre Junio y Agosto de 2003), era toda una ganga. Un juego promedio costaba $250.00, para darles una idea. Entre el inventario de CompuPrice estaba, por supuesto, Elite Force... y yo corto de efectivo después de haber tenido algunos gastos, por lo que no pude aprovechar la oferta. Perder la oportunidad de tener este juegazo en mi colección sí que me dolió... pero, como ya se sabe: You can't always get what you want... y eso es algo que no cambia, sin importar las circunstancias o el paso del tiempo.


II. Midnight confessions



Entre el papeleo del Departamento de Asuntos sin Importancia, hice unos pequeños cambios en el diseño del blog. Modifiqué el tamaño de los videos de YouTube que suelo incluir en los posts, puesto que estaba utilizando el que arroja Blogger por defecto. No estaba mal, pero era demasiado pequeño y no permitía manejar el control de volumen. Ahora los videos se pueden apreciar y manipular con mayor facilidad, lo que me gusta (algunos videos tendrán tamaño mediano y otros grande, dependiendo del tipo de contenido).

Confesaré que algunas veces me pregunto si tener el blog tiene mucho caso. Quiero decir, ¿pueden ser mis desvaríos de algún interés para el lector promedio? No lo sé. Una parte de mí me dice que continúe; que quizá mis largos escritos terminarán por encontrar lectores que compartan mis recuerdos, por lo menos, se entretengan un poco con mi acostumbrado rollo de palabras. Otra parte de mi cansado cerebro me dice que es una tontería... pero no deja de ser mi tontería, y mi necesidad de mostrar -quizá de forma sencilla, quizá de forma ingenua- mis pobres anécdotas y memorias. Así que, a pesar de la moral baja que a veces puede llegar, aquí seguiremos. Y veremos qué pasa, con el tiempo. 

Ya tuvimos algo de música con Telly Savalas, pero no está de más cerrar con alguna otra melodía que acostumbraba escuchar en la época que hoy recordamos. Vamos con Floyd Cramer y Last Date, tema de 1960 que trae recuerdos de principios de los 2000:

lunes, 27 de mayo de 2024

It gets so dark before the dawn...

El amanecer, tarde o temprano, nos sorprende.

Entre las reflexiones que llegan en esta calmada, pero calurosa noche (muy calurosa noche. La ola de calor se está volviendo cada vez más intensa en Monterrey... pero tengo la esperanza de que, por lo menos, sea el indicador de que el verano traerá lluvias abundantes. Las necesitamos), es sobre la manera en la que a veces podemos experimentar la tristeza. Una de las cosas que tiene la depresión es que, una vez que ésta termina, no puedes entender siquiera el motivo por el cual la sufrías... a pesar de que, cuando la estabas viviendo a su máxima potencia, sólo podías rogar que terminara. Inclusive te sientes tonto de haber pasado por ella  en primer lugar: juzgas que te faltó fuerza o valor para ignorarla, cuando quizá fue -precisamente- lo que más tuviste para poder enfrentar a esos pensamientos negativos que no te abandonaban. Pero no piensas en ello, sino que te asombras de los meses en los que fuiste víctima de una tormenta emocional que, por fortuna, se ha ido. Pero estuvo ahí, y aunque lo niegues, te dejó algunas enseñanzas que ya forman parte de tu presente y tu nueva forma de ver la vida. Ya es responsabilidad tuya aprovechar eso, por supuesto, para crear algo que valga la pena... como un blog personal en el que puedas reflexionar sobre lo que fue una época oscura. Y si la tristeza vuelva, ya sabes cómo manejarla bien...

Si hay una canción que representa perfectamente muchas de las madrugadas del 2023, cuando estuve pasando por lo que (como ya he contado antes, en la sección de Acerca del blog y su autor) fue posiblemente la mayor depresión que me ha pegado, es The Way It Always Starts de Mark Knopfler. Este tema formó parte del soundtrack de la película Local Hero, contando con Gerry Rafferty en la voz principal. La cinta quizá no es tan conocida en México o el resto de Hispanomérica, pero su banda sonora (empezando por su "main theme", el soberbio Going Home) es todo lo contrario. "It gets so dark before the dawn", nos dice, y es totalmente cierto si lo usamos como métafora de la depresión. Para acompañar esta noche, al igual que muchas otras de hace algunos meses, vale la pena disfrutarla.


So tell me, 
why should it have to be this way?
Why can't it be all right?
Why can't I sleep at night?
Why should it have to be this way?
Why must there be this price to pay?

[...]

That's the way it always starts:
sitting here and waiting 
on the beating 
of my heart...

Quizá en el futuro publicaría algunos de los textos que escribí durante mi periodo depresivo. O tal vez no lo haga, puesto que son bastante emocionales y, simplemente, ya no me representan de alguna manera. Al leerlos, siento que los escribió una persona que no tiene nada que ver conmigo. Y puede que sea cierto: el Catz entristecido que formó esas líneas se quedó atrás, como parte de un año que tuvo su merecido epílogo. Por otro lado, tampoco hay caso en negar lo que fue el pasado... así que ya se verá. 

viernes, 24 de mayo de 2024

Breve Reseña: Necrophosis (Demo)

Don't look at his eyes.

Mientras que en los próximos días se publica la segunda parte de mi artículo dedicado a Call of Cthulhu: Dark Corners of the Earth, quisiera dejar en el post de hoy mis impresiones al respecto de la demo de Necrophosis, un juego que encontré en el apartado de "Coming Soon" de Steam. Al principio lo hallé muy parecido a Scorn... el cual -siendo sincero- me resultó bastante desabrido, en especial si consideramos su historial y tiempo de desarrollo (no despertaba interés. Sus puzzles eran raros, sin diversión). La supuesta inspiración Lovecraftiana de Necrophosis me pareció lo suficientemente atractiva como para darle una oportunidad a su demo. Ahora, pensé que me encontraría de nuevo con un título confuso y de inspiración engañosa (como, ejem, Scorn), pero en su lugar me topé con un trabajo de buena calidad, que acabó por sorpenderme de una manera más que grata.

Necrophosis es un juego... interesante. No se puede decir que sus desarrolladores (una compañía independiente que lleva por nombre Dragonis Games, la cual parece estar formada por muy pocos miembros)  han "descubierto el hilo negro" con sus puzzles o la idea principal del gameplay. En ese aspecto, tendría que aceptar que es de lo más simple: encuentra tal objeto, úsalo con esta zona o personaje, obtén un objeto nuevo y regresa a una parte del mapa que ya conoces para seguir avanzando. Lo clásico de los juegos que mezclan el concepto de las aventuras gráficas con la perspectiva de primera persona, sin llegar a ser uno de esos aburridos "walking simulators" que abundan en Steam. No; lo que desde el primer momento deja una impresión muy, muy positiva de Necrophosis son sus escenarios, su ambientación. De acuerdo con los datos proporcionados por Dragonis Games, su estilo de arte fue directamente inspirado por los trabajos del pintor polaco Zdzislaw Beksinski (quien, junto con H. R. Giger, frecuentemente es utilizado para ilustrar los libros de Lovecraft y el resto de los escritos de Los Mitos de Cthulhu). El resultado es impresionante. No lo puedo catalogar como "terrorífico", porque es rarísimo que un juego pueda causarme algún tipo de emoción parecida al miedo (no es que sea un tipo valiente, pero... vamos: he leído y visto de todo, si de horror se trata), pero... hay algo muy inquietante en la atmósfera de Necrophosis. Podría describirlo como lo más parecido a caminar dentro de una pesadilla. Espero no sonar como un mal intento de poeta (lo que ya soy, digo), pero la atmósfera del proyecto de Dragonis es horrenda... mas también es hermosa y profunda a nivel artístico. No puedo recordar a ningún otro juego que me haya dejado una impresión como esta (bueno... quizá, y de manera muy superficial, Doorways: Prelude. La parte de las estatuas me fascinó).

La trama (que todavía es un tanto confusa, tomando en cuenta que la demo es sólo un pequeño fragmento de la campaña) y el estilo de Necrophosis parecen tomar mucha inspiracion de la poesía Gótica. Identifiqué referencias a Shelley (uno de los personajes recita, de manera completa, Ozymandias), Poe y Lovecraft en los diálogos. En cierta forma, podríamos decir que estamos ante la representación en videojuego de un poema de terror surrealista... pero voy a dejarme de palabrería para incluir algunas capturas que, de una manera más apropiada y directa, muestran la estupenda ambientación del trabajo de Dragonis Games:










No hay todavía una fecha de lanzamiento para Necrophosis, y todo parece indicar que se quedará como exclusiva de PC. Estaré muy atento de su avance, por supuesto. Tengan por seguro que publicaría una reseña del juego completo, una vez que lo veamos disponible en Steam y similares.

Y, como actualización de última hora, un video con el gameplay completo de la demo:

sábado, 18 de mayo de 2024

Call of Cthulhu: una larga espera (Parte I)

Iä Catthulhu.

A decir verdad, pensaba publicar el artículo de hoy hasta que el blog tuviera un poco más de tiempo al aire (y, por ende, algunos lectores más)... pero últimamente le he dedicado varias horas de juego a los dos Forgive Me Father (que vale la pena reseñar en un futuro), lo que ha terminado por hacerme investigar de nuevo sobre lo que fue una de mis pasiones como adolescente: los trabajos de H. P. Lovecraft y los Mitos de Cthulhu. Si vamos a hablar de este tema, creo que no hay una mejor forma de hacerlo que dedicándole un post a cierto videojuego que marcó todo un periodo de mi vida, siendo nada más y nada menos que Call of Cthulhu: Dark Corners of the Earth. ¿Suena exagerado? Créanme: no lo es. Y para que puedan comprender al 100% lo que quiero decir, tenemos que hacer (como ya es costumbre en Ir y quedar) una larga y detallada historia, misma que comenzó a escribirse hace más de 23 años... así que no esperemos a que las estrellas estén en la posición correcta para comenzar, y despertemos al pulpo-calamar gigante de su letargo. 

Por cierto, y aclarando un detalle: debido al tamaño del post, preferí dividirlo en dos partes. En la primera de ellas me enfocaré en mi historia con el juego y, por igual, la historia del desarrollo del juego. Ya en la próxima entrada haré una reseña propiamente dicha, con opiniones sobre el gameplay. 


I. Cthulhu waits dreaming

 

La compañía británica Headfirst Studios comenzó el desarrollo de DCotE  (vamos a utilizar este acrónimo, como hemos hecho en otros casos para títulos extensos) desde algún punto de 1999. Su plan era la creación de un juego que representara de una manera fiel tanto los trabajos de Lovecraft como el espíritu del juego de rol Call of Cthulhu (publicado por Chaosium Inc. en 1982, siguiendo la fiebre de Dungeons and Dragons. No, nunca lo he jugado. Podré tener una imaginación bastante grande, pero los RPG de mesa no van mucho conmigo. Eso de tener que seguir las reglas de un "master" me sofoca... y creo que terminarían expulsándome de la partida). Por mi parte, la primera vez que supe de la existencia del proyecto de Headfirst fue en Enero de 2002, gracias a 3DGamers (una de mis páginas de cabecera durante muchos años). La noticia no podía haber llegado en un mejor momento, puesto que en esos tiempos yo era todo un fanboy de Lovecraft... Qué digo fanboy: ¡el tipo era mi ídolo! Unos años antes, desde que había comenzado a interesarme por la literatura en general, tuve la oportunidad de leer algunos de sus trabajos incluidos en las antologías de  cuentos de miedo que mi padre había adquirido durante los 60 (como el excelente Cuentos de Terror de Rafael Llopis, en la edición original de 1963). No eran muchos, pero las pocas historias que tenía en mi poder con el nombre del Loco de Providence eran, en mi opinión, de lo más intenso de su repertorio: The Dreams in the Witch House (un relato que, para un chico impresionable de 12 ó 13 años, resultaba increíble), junto con The Outsider, The Rats in the Walls (las descripciones tan gráficas de este texto podían causar pesadillas), The Statement of Randolph Carter y otros más. Sus ideas y estilo me parecían de un nivel increíblemente macabro, tal como imaginaba lo que debía ser el terror como parte de la literatura.

Es un milagro que las hojas estén intactas.
El viejo siempre se quedó con la idea de que encontrar libros de Lovecraft en Monterrey era casi imposible. Y quizá lo fue... durante los 70, 80 y tal vez hasta parte de los 90. Para 2001, sin embargo, las cosas habían cambiado bastante. Por un tiempo, cuando ya empezaba con mis búsquedas personales de literatura, di por hecho que sólo encontraría material lovecraftiano como parte de antologías, junto con otros autores de mayor o menor calibre. Un buen día, sin embargo, mientras miraba el surtido de la Librería Castillo (que eran un poquito careros en comparación de otras tiendas. Sólo conseguías precios bajos cuando los libros tenían algún defecto), me di cuenta de que Howie ya no era un desconocido en México, puesto que fácilmente pude comprar mis primeros volúmenes 100% de HPL, publicados bajo el sello de EDAF. Y fue el primero de muchos; podrán ver uno de mis favoritos en el costado izquierdo, presentado por Mona: Los Mitos de Cthulhu, también con selección de Llopis, en la edición de 1999. ¿Que se ve sucio y maltratado? Pues claro. Ese libro, desde que me lo compraron como regalo de cumpleaños en Agosto de 2001, lo cargué para todas partes por varios meses, leyendo y volviendo a leer cada una de sus historias. Y pasó igual con At the Mountains of Madness y The Dunwich Horror en las versiones de Alianza Editorial. De 2001 a 2006, traté de conseguir todo lo que tuviera el nombre de Lovecraft para mi biblioteca personal. No me conformé con los libros, sino que también comencé a leer los trabajos de otros autores de los Mitos: tomé la costumbre de descargar los cuentos publicados en la Universidad Miskatonica Lovecraftiana (una página web que era, posiblemente, la más completa para todo lo relacionado con el loco Howie. Parece ser que todavía seguía en línea hasta 2019) y similares, para luego imprimirlos y dedicar las tardes de sábado a leer esas geniales historias de Frank Belknap Long (siempre quise conseguir su novela The Horror from the Hills), Robert E. Howard, Henry Kuttner, Robert Bloch y Ramsey Campbell (de quien quiero hablarles luego), por mencionar algunos de los autores que se volvieron muy familiares para mi imaginación...

Screenshot de uno de los primeros videos del juego,
con la escopeta de un solo cañón. Enero 2002... lo recuerdo.

Claro, claro: la literatura de horror no era la única afición de aquellos confusos años de la adolescencia, sino que también estaba muy dedicado a los juegos de PC... muy específicamente a los FPS, como era el caso de DooM, Blood, HeXeN y Half-Life. Con todo lo que ya he contado antes, podrán suponer que el anuncio de un videojuego basado en los trabajos de Lovecraft y, mejor aún, un FPS, me volvió completamente loco. La información sobre DCotE era escasa, y únicamente se habían publicado algunos screenshots y videos (que, luego se supo, eran versiones muy preliminares del proyecto). Se sabía que, conforme al plan inicial de Headfirst, su fecha de lanzamiento se había programado para los primeros meses de 2002. Este plazo se había cumplido y, para cuando supe que el juego era una realidad, se calculaba que para el cierre del mismo año lo tendríamos ejecutándose en nuestras computadoras. ¿Había que esperar, entonces? ¡Sin problema! Estaba más que dispuesto para probar lo que, a pesar del poco contenido y material disponible, ya se antojaba como una maravilla. 


II. So tired, tired of waiting, tired of waiting for you



Casi todos mis niveles para DooM 2 estuvieron
influenciados, de una manera u otra, por Lovecraft.
Tenemos que poner las cosas en contexto: en la actualidad, todo lo relacionado con los Mitos de Cthulhu ya se ha convertido en una especie de cliché. De haber sido material que en alguna época se consideraba como oscuro, ya podemos encontrar una cantidad enorme de juegos basados en la obra de Lovecraft... a saber: los ya mencionados Forgive Me Father, Lovecraft's Untold Stories, Bloodborne, Eldritch, Sundered, Magrunner...). En 2002, sin embargo, teníamos un surtido muy limitado. Hablo de únicamente el primer Alone in the Dark (que era y sigue siendo un juegazo. Fue uno de los primeros títulos de PC que llegué a conocer en mi vida, gracias a la revista Video Tips. Luego hablamos de ella), Shadow of the Comet (quise completarlo en esos días, pero no iba para nada con mi estilo), Prisoner of Ice, la aventura de texto The Lurking Horror y el poco conocido Innsmouth no Yakata para la Virtual Boy, sin olvidar que Eternal Darkness estaba a punto de publicarse en la GameCube. En esta categoría también podríamos a colocar al primer Quake (el cual me encanta; es uno de mis juegos favoritos), por cierto, puesto que tenía mucha influencia lovecraftiana por parte de Sandy Petersen, diseñador original del RPG Call of CthulhuComo buen fanboy, y poniendo un poco de mi parte, yo construí algunos niveles para DooM 2 basados directamente en las historias de HPL, siendo el caso de The Dreams in the Witch House, The Nameless City y terminando con In the Vault, que fue posiblemente mi mapa de mayor fama... aunque no necesariamente calidad.

Podrán imaginar entonces la emoción que provocaba el hecho de saber que, por fin, tendríamos un título que no sólo respetaría los trabajos del maestro del terror de Providence, sino que también nos daría una buena experiencia como juego de acción. Ahora bien, las cosas no iban a resultar tan sencillas como aparentaban. El plan de Headfirst pecaba de optimista... como les he dicho hace unos párrafos, los británicos tenían la intención de que el juego estuviera listo para comienzos de 2002. Pero el calendario avanzó, y luego se dijo que DCotE llegaría para el último cuarto del año... y después 2003. Comenzaron entonces los problemas. La compañía Fishtank Interactive, misma que tendría a su cargo la distribución del juego, fue vendida a la empresa JoWooD, la cual no mostró interés por el proyecto lovecraftiano de Headfirst (junto con algunos problemas legales). Así como así, DCotE se había quedado sin distribuidor, teniendo que dedicar los próximos meses a buscar una nueva compañía editora. En el inter, se publicó lo que podría considerarse como el primer trailer en forma del juego. 

Ese "Coming Soon" no podría ser más irónico. Constantemente visitaba la página web de Call of Cthulhu para enterarme de cualquier novedad. Recuerdo muy bien que tenían un minijuego en flash que representaba una galería de tiro, mismo que lamentablemente no está disponible en The Wayback Machine (es increíble lo bien que me acuerdo de algunos detalles de la página, como la llamada "Coffee Cam". También los foros, en los que siempre fui estrictamente lurker). Constantemente ponían pequeñas actualizaciones sobre el desarrollo del juego, pero nada sobre alguna de una nueva fecha de lanzamiento. A mediados de 2003 se anunció que Bethesda Softworks (sí, los mismos de Fallout y los Elder Scrolls. Ahora propiedad de Microsoft... Go figure) había entrado al quite y serían los distribuidores de DCotE. Una buena noticia, sin duda, pero nadie del público sabía que el juego estaba metido en lo que solo puede calificarse como "development hell". Bethesda puso algunas condiciones que llevaron a rediseñar buena parte de lo que Headfirst ya tenía considerado como listo, demandando también que el juego se publicara para la consola Xbox. Esto significó tener que realizar algunos sacrificios en cuanto al tamaño de los niveles y, en general, a la ambición técnica que únicamente habría podido conseguirse en una PC.

A nivel personal, para ese momento ya todos en mi familia y amigos conocían el famoso "juego de Lovecraft", porque el chamaco de no dejaba de hablar de él -desde que tenía 16- y de la emoción que le causaba el hecho de que "pronto" llegaría a jugarlo. Claro que, al igual que Headfirst y sus planes, yo estaba siendo muy optimista. Llegó 2003, pasó 2004, 2005... a pesar de las dudas, no perdía el entusiasmo y estaba al tanto de todo lo que se publicaba en su nueva página web, con de vez en cuando algunas nuevas capturas, arte conceptual o detalles. Finalmente, y como un milagro, el título que alguna vez se preparó para publicarse en 2002 tenía fecha de lanzamiento: 24 de Octubre de 2005. Peeeero sólo la versión de Xbox... oh, pequeño gran detalle. ¿Qué pasaba entonces con la versión de PC? Ya hablaremos de eso en la segunda parte del artículo, que no quisiera extenderme demasiado (¿más?).

Mientras tanto, los dejo con The Kinks y su Tired Of Waiting For You, una canción que siempre me recordará a Dark Corners of the Earth por obvias razones... y porque la escuché por primera vez justo a fines de 2003, cuando aún parecía que el juego llegaría "pronto". Y ese maldito "pronto" se convirtió en casi 3 años más... o 5, en mi caso. Pero no nos adelantemos, camaradas...

lunes, 13 de mayo de 2024

In Memoriam: Arturo Guerrero

Una de las desventajas de no tener redes sociales es que, en ocasiones, no te enteras de algunas noticias importantes sino hasta mucho después de que han ocurrido. Ayer, mientras investigaba un poco para escribir un artículo más sobre la presencia de The Beatles en la radio de Monterrey, supe del fallecimiento de Arturo Guerrero. Como había mencionado en mi entrada sobre La Caverna, el Sr. Guerrero era el principal promotor, cronista y entusiasta de la música de The Beatles en la ciudad, posición que compartía con su esposa, Laura Gerbasi. Ambos fueron durante muchos años los anfitriones del programa Beatles Forever, mismo que se transmitió con diferentes épocas y nombres en Stereo 7, 91x, D99 y Classic 106.9, siendo hasta hace pocos años una presencia constante en la radio local.

El Norte, sección "Vida"
(08/12/2000)

Lamentablemente, no tengo tantos recuerdos como quisiera de Beatles Forever, pero aquellos que poseo se han quedado perfectamente en mi memoria. La primera vez que escuché el programa fue cuando todavía formaba parte de la cartelera de Stereo 7, a principios/mediados de 1999. Recuerdo muy especialmente una ocasión en la que hablaron de la ceremonia del Salón de la Fama del Rock and Roll de dicho año, que fue cuando se incluyó a Paul McCartney como solista (debió de ser el 20 de Marzo, puesto que la ceremonia fue el Lunes 15. Y me acuerdo de esto porque Sir Paul, junto con Billy Joel y otras figuras, interpretaron una versión de Let it Be, la cual fue transmitida en el programa y tuve la precaución de grabar). Tengo que admitir que después de 2003, cuando ya tenían cierto tiempo en la 91x como Beatles One, pocas veces llegué a sintonizar el bloque... razón por la cual no dispongo de muchas grabaciones o memorias que pudiera -y que me gustaría- compartir. Aun así, y a manera de recordar el trabajo realizado por Arturo Guerrero, dejaré una pequeña grabación realizada en Enero de 2002 (muy probablemente el Sábado 26, poco antes de regresar al segundo semestre de Prepa...).

Dos cosas que tengo muy presentes de esa época: pasaban mucho la canción Vanilla Sky de McCartney, que en dicho momento estaba de moda por el lanzamiento de la película del mismo nombre (y de la que era, claro está, el tema principal). Otra canción que se escuchaba bastante era Las Brisas, track en voz de Ringo Starr con estilo mariachi que le fue inspirado por el puerto de Acapulco, parte del disco Ringo's Rotogravure (1976)... Y, tristemente, es todo lo que puedo contar sobre Beatles Forever. Recuerdo su jingle "Beatles Forever - All you need is yesterday", pero no hay más que pueda decirles. Hay muchas cosas que las que sólo puedo arrepentirme por no haber conservado un mejor registro en mis archivos, y la historia del programa del Sr. Guerrero y su esposa es una de ellas. A pesar de lo anterior, no quería dejar pasar la ocasión sin mostrar mis condolencias por la pérdida de quien, sin duda, representó mejor que nadie a The Beatles en Monterrey.

Descanse en paz, Arturo Guerrero.

sábado, 11 de mayo de 2024

No me gustan los musicales I: Hey There (Oye)

A decir verdad, estar en Broadway sería una pesadilla.

No hay algún motivo en especial, pero en los últimos días he tenido muy presente la canción Hey There. Este tema fue compuesto en 1954 por Richard Adler y Jerry Ross, para ser parte del musical The Pajama Game. Quizá suene un poco sorprendente que un tipo sentimental como yo no sea fanático de los musicales (jamás me han gustado. Tengo un gran amor por la música, como podrá notarse, pero... eso de que los personajes de una obra se pongan a cantar de la nada me parece ridículo. No sé por qué; tal vez algún trauma con las películas de Disney que me ponían de niño y que, en realidad, no soportaba). Naturalmente, ello no significa que no me gusten algunas canciones que tuvieron su origen en Broadway o West End, siendo Hey There un ejemplo muy claro. De hecho, se me ha ocurrido la idea de que puedo comenzar una serie de posts breves (sin tanto rollo como me es costumbre... o ya veremos), en los que pueda hablar sobre aquellos temas de musicales que lograron quedarse como mis favoritos. Sí... no suena mal como parte de los planes que tengo para Ir y quedar. But I digress.

Una de las mejores versiones de Hey There, y sin duda alguna la más conocida, es la que grabó Rosemary Clooney en Junio de 1954, a prácticamente unas semanas del estreno de The Pajama Game. Justo en la época previa a la llegada del Rock and Roll, este cover llegó a la primera posición de Billboard, siendo extremadamente popular en EEUU.

Ahora bien, una versión que me gusta más que la de Clooney, y que de forma indirecta alcanzó mucha mayor fama en México, es la de Sammy Davis Jr., también publicada en el 54... 


...y fue esta versión la que se tomó como base en 1962 para Oye, el cover nacional de Hey There en voz de Enrique Guzmán, acompañado de la orquesta de Chuck Anderson. Nótese que el arreglo utilizado es prácticamente ("exactamente" sería, quizá, una mejor palabra) el mismo que el de Davis Jr. No sé cómo estarían las cuestiones de derechos, pero me sorprende que no haya habido algún tipo de demanda de por medio (que se sepa, por supuesto).


El cover de Guzmán me trae muchos recuerdos de principios/mediados de 1998, cuando escuchaba Radio Centro 770 de AM (antes de que se volviera parte de la frecuencia de Radio Fórmula, como sigue hasta la fecha) y sus tres segmentos diarios dedicados al Rock mexicano de los 60. La incluían con bastante frecuencia, y llamaba mi atención por el sonido de las cuerdas y su letra, que no era exactamente la típica de la balada romántica de su tiempo (¿se podría calificar de "filosófica"? Probablemente un poco). 

miércoles, 8 de mayo de 2024

A veces, simplemente hay que atreverse

Soon we'll be shipbuilding.
Podrá sonar como algo que carece de la menor importancia en el, vamos a llamarle, "gran orden de las cosas", pero hace un par de días cambié el disipador para la CPU de mi computadora de Escritorio. Sí: es un pequeño movimiento técnico que resulta simple para el que sabe lo que está haciendo... ahora bien, y a pesar de que estoy a unos días de cumplir 25 años como usuario de computadoras (el primer equipo de la familia se compró el 10 de Mayo de 1999, fecha que recuerdo a la perfección), hace unos pocos meses no me hubiera atrevido a realizar algo como esto.

¿Por qué?, se preguntarán ustedes. Pues... por simple inseguridad. Por dudar de mis propias capacidades. No se puede describir de otra forma. Durante un buen tiempo, mis habilidades técnicas en cuanto a informática se limitaban a software... y, a decir verdad, hasta 2015 no me había molestado en hacer un proceso tan básico como lo es un reformateo. Con el paso de los años comencé a aprender más detalles, pasando por experimentar con diferentes sistemas operativos, como Linux y sus distros (Ubuntu, Zorin OS, LubuntuPop!_OS, Manjaro... decidiéndome por Mint Xfce, la cual dejé instalada en una mis laptops) o FreeBSD, para finalmente poder instalar y reinstalar Windows en sus diferentes versiones de manera rutinaria. Todavía en 2018, sin embargo, dependía de técnicos para realizar algunos cambios en el hardware, los cuales simplemente no me atrevía a hacer por mí mismo. Pero las cosas iban a cambiar, me gustaran o no.


I. It's understood, we'll do or die

 

Pasé de Noviembre de 2012 a Octubre de 2023 con el mismo equipo de Escritorio: un procesador Intel i7-3770, emparejado con una tarjeta de video GeForce GTX 970 (comprada en Octubre de 2014). Como hace años tenía mucho interés por los juegos de tipo AAA, era un equipo pensado específicamente para servir como computadora gamer. Ahora bien, para principios de 2023 comencé a preguntarme si valía la pena actualizarme con un equipo que tomara el papel del equivalente moderno de mi vieja PC, la cual temía que pudiera fallar en cualquier momento debido a su edad. El panorama de los videojuegos en general tiene unos tres o cuatro años que no me entusiasma tanto (¿hay juegos AAA que valgan la pena? Pues... el remake de Alone in the Dark se ve llamativo. Mi época en la que me apresuraba a comprar el último Call of Duty, sin embargo, se acabó con Advanced Warfare. Ahora difícilmente pago más de 250 MX por cualquier juego), teniendo ya la preferencia de buscar títulos indie orientados al estilo Metroidvania (Blasphemous es un ejemplo excelente. Ya le escribiré su artículo) o a los mal llamados "Boomer Shooters" (a los que sería más apropiado llamar "Gen X Shooters", si nos ponemos técnicos. Quiero hablar de algunos de ellos, por cierto. Le he estado dedicando tiempo a los dos Forgive Me Father desde Marzo. El primero no está mal... El segundo, por otro lado, me parece estupendo). Por ello es que dudaba que valiera la pena gastar en un equipo muy sofisticado, llegando inclusive a pensar en adquirir un Steam Deck. La costumbre pudo más, y en Septiembre del año pasado me fui por lo clásico: AMD Ryzen 5 5600xRTX 3060 12 Gb. Un equipo modesto, para un usuario que ya puede recibir el mismo calificativo.

¿El problema? Pues que la tienda, en lugar de seguir la instrucción de que el equipo debía entregarse armado, me enviaron por separado cada una de las piezas que había elegido (he sido cliente de PCEL desde 2003. En estas dos décadas, a veces me han sorprendido por la calidad de su servicio... en otras, bueno: no sé en qué están pensando). La idea de la tienda era ofrecerme el ensamblado una vez que todas las piezas de la computadora hubieran llegado a mi casa. No era un mal plan, pero... no me gustaba. Comencé a preguntarme si valdría la pena dejar mis temores e inseguridades a un lado, para lanzarme a armar la computadora desde cero. Mi experiencia en hardware hasta ese momento consistía en un cambio de PSU (lo cual tuve que hacer en Julio de 2020, cuando casi todos los negocios estaban cerrados), además de reemplazar la RAM y los discos duros de dos de mis laptops. Pero, por algún motivo, sentí que ya era tiempo de irme a la grande.

Blasphemous: mi juego de cabecera en 2019 y 2020.
En fin: con ayuda de los numerosos tutoriales disponibles en YouTube, sentido común y "prueba y error", mi equipo de Escritorio quedó listo, con Windows 11 (Picotazo de KMS, claro). Es la primera computadora que he armado en 25 años de usuario de PC, y espero que no sea la última (meh, no creo vivir tanto). Cometí errores, sin embargo. Tuve varios problemas para instalar correctamente el disipador de la CPU. Este detalle fue el manchón negro de lo que, de otra forma, se podría haber considerado como un build casi perfecto, puesto que noté que el procesador estaba alcanzando algunas temperaturas preocupantes para la temporada de Otoño. Nunca sabré si esto fue porque instalé mal el disipador de stock, o si fue porque éste no tenía la potencia suficiente como para refrescar al procesador. Todo lo que sabía es que tenía que cambiarlo, pudiendo esperar hasta la llegada de las primeras temperaturas altas de Abril y Mayo.

Pensando que todo había sido culpa mía por, quizá, haber hecho las cosas mal al colocar el disipador y, temiendo repetir mis equivocaciones, quise dejarle el trabajo a los "profesionales". Conseguí un Thermalright Peerless Assassin 120 SE a buen precio y comencé a buscar un técnico que pudiera apoyarme con el cambio. Era solo un pequeño ajuste, después de todo... Pero el plan dejó de parecerme atractivo cuando me dieron sus presupuestos. Uno de esos pros quería cobrarme 600 MXN (35 USD, al día de hoy), mientras que otro (al que consulté pensando que me ofrecería un mejor acuerdo) se fue a 800 MXN. Vamos: eso lo veo razonable para armar un equipo nuevo desde cero. Pero, ¿instalar el disipador de una CPU? ¿En serio? ¿Casi 1,000 pesos por un movimiento que no puede llevarle más de 15 minutos a alguien con experiencia? Digamos que me salió lo regiomontano, no queriendo pagar ninguna de las cantidades que me pedían... y se podría decir que me picó el orgullo. "Ya armaste una computadora desde cero", me dije. "¿Cómo diablos no vas a poder con un maldito abanico?".

Forgive me Father, de lo mejor de los Boomer Shooters.
Me decidí a afrontar las cosas. Guiándome con un par de tutoriales en línea, me tomó unos pocos minutos completar el cambio. Retiré el viejo disipador sin mucha novedad, limpié la pasta térmica, apliqué la nueva y, salvo por un par de momentos en los que sentí que las cosas podían complicarse, el nuevo artilugio refrescante quedó instalado de manera exitosa. ¿Que si fue una buena compra? Diría que sí. La CPU ahora se mantiene con una temperatura que ronda entre los 37° y 43° grados en reposo... lo cual parece elevado, pero -dadas las circunstancias- no está nada mal. Considerando que hemos tenido algunos días de calor extremo en la ciudad (un poco a destiempo... o no tanto. Puedo recordar algunos Mayos en los que el termómetro ya superaba los 38° ó 40° por las tardes, así que la mezcla de Primavera y Verano que ha traído 2024 no puede ser calificada de "atípica"), dichas temperaturas se antojan de los más respetables... y mucho más preferibles que las que llegaban a darse con el viejo disipador, en especial si tomamos en cuenta que mi PC está ubicada en una habitación que recibe el calor del sol directamente. 

La cuestión es: pude haber perdido dinero estúpidamente solo por la idea de que yo no podía hacer el cambio de disipador. Si me hubiera quedado con la testarudez de que era algo complicado, que probablemente terminaría "arruinando" las cosas por mi falta de pericia, habría dejado en manos de otra persona algo que, al final, yo mismo pude hacer con mi poca experiencia en cuanto a hardware. Y ahora que lo pienso, creo que el hecho de haberme atrevido a armar el equipo en primer lugar tuvo una dificultad considerablemente mayor que la que pudo implicar la instalación del Thermalright. Y es que, a veces, simplemente hay que atreverse. De igual forma que me atreví a armar mi computadora hace 7 meses, ahora pude hacer algo que mi maldita inseguridad me decía "olvídalo". Es como atreverse a tener de manera pública un blog extraño y aburrido, en el que puedo hablar acerca de estas pequeñas y tontas vivencias, junto con las enseñanzas que me dejan.

En verdad que nunca es tarde para aprender a hacer las cosas por nosotros mismos.


II. Don't rake up my mistakes



En el Departamento de Asuntos sin Importancia, contaré que el otro día me uní a Bloguers.net, una plataforma que funciona como "agregador de enlaces de blogs"... o sea, en palabras comprensibles y castellanas, no es otra cosa más que una página en la que podemos promocionar los artículos de nuestros blogs. Sugerí el post que le dediqué a The Hollywood Persuaders, obteniendo algunos clicks... pero terminé por cancelar la cuenta a las pocas horas. No creo que sea una comunidad apropiada para un concepto como Ir y quedar, empezando porque la mayor parte de los blogs que pude ver en sus archivos tenían entradas pequeñas y (muy) numerosas. Quiero decir, eran bitácoras en las que sus autores publicaban unos 4 ó 5 artículos al día, con poquísimas líneas y temas tan dispares como el Día del Trabajo y un nuevo videojuego de rol para la consola PlayStation. Todo de forma breve, con lenguaje técnico, sin toque personal

Creo que la mayor parte de los blogs de la plataforma están pensados para ganar dinero, lo que supongo que hacen bien si la idea es mantenerlos con la mayor actividad posible y un número considerable de visitantes. Sé que la posibilidad de obtener ganancias con Ir y quedar es prácticamente nula (con eso de que actualizo cuando quiero), por lo que no forma parte de mis aspiraciones para con este proyecto. Sin ir más lejos: sospecho que leerlo gratis ya es bastante pedir para el visitante promedio, así que no mentiré cuando les digo que no me interesa el dinero. Lo que quiero es escribir, recordar, reflexionar... y nada más. Por ello es que pedí que cancelaran mi cuenta de Bloguers.net. También pude ver que era una comunidad un tanto cerrada, y la verdad es que no soy muy dado a socializar por la fuerza... motivo por el cual no duré ni 6 meses como agente de soporte en chat para Netflix, en el desafortunado 2017. Para ese trabajo se necesitaba mentir demasiado, lo que no me gustaba. Y sigue sin gustarme, como podrán suponer. Al menos me sirvió para pulir el inglés, which wasn't so bad. 

Es cierto que este pequeño blog aún no cuenta con muchos visitantes o lectores... pero ya vendrán. If you build it, he will come. Pero ciertamente no ocurrirá por medio de falsedades y promoción descarada. No, señores... yo no le hago a eso. En fin... ¿qué tal algo de música para cerrar el post? Me gustaría compartirles algo. Vamos con Micah P. Hinson y Close your Eyes, tema inicial del disco Micah P. Hinson and the Gospel of Progress. Viene a tono para esta madrugada, con el amanecer ya próximo...