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sábado, 11 de mayo de 2024

No me gustan los musicales I: Hey There (Oye)

A decir verdad, estar en Broadway sería una pesadilla.

No hay algún motivo en especial, pero en los últimos días he tenido muy presente la canción Hey There. Este tema fue compuesto en 1954 por Richard Adler y Jerry Ross, para ser parte del musical The Pajama Game. Quizá suene un poco sorprendente que un tipo sentimental como yo no sea fanático de los musicales (jamás me han gustado. Tengo un gran amor por la música, como podrá notarse, pero... eso de que los personajes de una obra se pongan a cantar de la nada me parece ridículo. No sé por qué; tal vez algún trauma con las películas de Disney que me ponían de niño y que, en realidad, no soportaba). Naturalmente, ello no significa que no me gusten algunas canciones que tuvieron su origen en Broadway o West End, siendo Hey There un ejemplo muy claro. De hecho, se me ha ocurrido la idea de que puedo comenzar una serie de posts breves (sin tanto rollo como me es costumbre... o ya veremos), en los que pueda hablar sobre aquellos temas de musicales que lograron quedarse como mis favoritos. Sí... no suena mal como parte de los planes que tengo para Ir y quedar. But I digress.

Una de las mejores versiones de Hey There, y sin duda alguna la más conocida, es la que grabó Rosemary Clooney en Junio de 1954, a prácticamente unas semanas del estreno de The Pajama Game. Justo en la época previa a la llegada del Rock and Roll, este cover llegó a la primera posición de Billboard, siendo extremadamente popular en EEUU.

Ahora bien, una versión que me gusta más que la de Clooney, y que de forma indirecta alcanzó mucha mayor fama en México, es la de Sammy Davis Jr., también publicada en el 54... 


...y fue esta versión la que se tomó como base en 1962 para Oye, el cover nacional de Hey There en voz de Enrique Guzmán, acompañado de la orquesta de Chuck Anderson. Nótese que el arreglo utilizado es prácticamente ("exactamente" sería, quizá, una mejor palabra) el mismo que el de Davis Jr. No sé cómo estarían las cuestiones de derechos, pero me sorprende que no haya habido algún tipo de demanda de por medio (que se sepa, por supuesto).


El cover de Guzmán me trae muchos recuerdos de principios/mediados de 1998, cuando escuchaba Radio Centro 770 de AM (antes de que se volviera parte de la frecuencia de Radio Fórmula, como sigue hasta la fecha) y sus tres segmentos diarios dedicados al Rock mexicano de los 60. La incluían con bastante frecuencia, y llamaba mi atención por el sonido de las cuerdas y su letra, que no era exactamente la típica de la balada romántica de su tiempo (¿se podría calificar de "filosófica"? Probablemente un poco). 

domingo, 31 de marzo de 2024

The Hollywood Persuaders - Tijuana Surf

Felino fronterizo.
A manera de continuación del post que dediqué a mis blogs musicales de antaño, he estado leyendo algunos de los artículos que escribí en su momento para ellos (y que aún se conservan en los archivos de The Wayback Machine, ya que -previsiblemente- no están todos). Varios de los textos son, en una palabra, inútiles. Entradas cortas, sin mucho sentido o propósito, más allá de poner una canción que sirviera de relleno temporal para el contenido del blog en turno... eso sin mencionar que muchas de esas canciones eran tremendamente conocidas; nada que pudiera calificarse como raro o único (¿el equivalente a "comida rápida" para un blog hambriento de novedad y un autor con poco cerebro? Mmm... pues sí. Sí, podría decirse). Ahora bien, también he redescubierto otros artículos que me parecen de una calidad moderamente respetable. Tienen ciertos detalles que no acaban de convencerme, pero no es nada que no se pueda corregir con tan solo un poco de pulido. 

Creo que dichos escritos se merecen una segunda oportunidad, así que voy a tomarme el tiempo de rescatarlos para que queden como parte de este nuevo proyecto que es Ir y quedar. Comenzaré con la que probablemente fue una de las entradas más populares de mi primer blog musical. No será la única, por supuesto... Hay al menos unos 4 ó 5 artículos "refriteados" (si no es que más) que aparecerán por aquí en el futuro. Pero vamos poco a poco; por ahora, y sin más preámbulo y habladuría de mi parte, saquemos del olvido al primero de esos textos que compuse entre 2008 y 2009. Corre video.


I. Surf of the Border



Una de las piezas de Rock instrumental que cosechó más éxito en México durante la década de 1960 fue, sin duda, Tijuana Surf (mucho más conocida como, simplemente, Tijuana), a cargo de la banda Los Persuasivos. No deja de ser llamativo el hecho de que, a pesar de haberse convertido en un hitazo a todo lo largo del país (siendo popular inclusive entre quienes no tienen mucho conocimiento o interés por el Rock nacional de corte "clásico"), el origen de esta melodía sea todo un enigma para muchos, puesto que el público mexicano llegó a conocer muy poco sobre la historia de sus intérpretes. 

En realidad, el nombre de Los Persuasivos era The Hollywood Persuaders –aunque también se les conoce como The Persuaders.. o, vaya, el spanglish Los Persuaders-, y no eran un grupo de connacionales de la ciudad de Tijuana. Su verdadero origen nos lleva a Rancho Cucamonga, California, a comienzos de la década de 1960. La banda nunca existió como tal, con miembros formales que puedan ser identificados de manera clara: fue un proyecto conformado por Paul Buff, el entonces director de la compañía discográfica Pal Recording Studios. Su principal mérito consistía en la posesión de una grabadora de cinco pistas, hecho rarísimo para un estudio pequeño de la época, y a la atención que le ponían específicamente al género Surf (fue en donde se grabó la conocidísima Wipe Out, a cargo de The Surfaris). 

El tema Tijuana Surf aparece en 1963 en disco sencillo, junto a la pieza Grunion Run. Por lo que he podido averiguar sobre Buff, todas las fuentes coinciden en que era un hombre bastante excepcional en cuanto a conocimientos técnicos... de hecho, parece ser que cada instrumento de Tijuana Surf fue interpretado por él mismo, quien luego realizó el mix de sus propias pistas para sonar como una banda completa. Pasó igual con el resto de los temas publicados bajo el nombre de The Hollywood Persuaders/The Persuaders, teniendo apoyo ocasional de músicos de estudio. Paul Buff se apunta un éxito moderado dentro de EEUU gracias a Tijuana, pero se transforma rápidamente en todo un fenómeno en México. En 1965 se lanza un LP, Drums A Go-Go, en el que se incluye el tema que hoy nos ocupa y la melodía que da título al disco (y que, por lo que he notado, tuvo más popularidad en el resto del mundo que Tijuana Surf, llegando a aparecer en el soundtrack de tres películas). La historia de The Hollywood Persuaders ya había terminado para entonces, sin embargo, pues Pal es convertida en Studio Z por nada más y nada menos que Frank Zappa en 1964.


Zappa es, precisamente, uno de los motivos que han hecho que The Hollywood Persuaders sigan en la memoria de los entusiastas del Rock. El músico de Baltimore estuvo ligado profesionalmente con Buff en la misma época en la que participaba con el grupo The Penguins. Ambos trabajaron juntos en labores de producción y edición entre 1960 y 1964, lo que llevó a Zappa a colaborar un poco con el proyecto de The Hollywood Persuaders. Se habla acerca de la "extensa" participación que Frank tuvo con la banda, pero lo cierto es que su experiencia musical sólo está presente en el tema Grunion Run, que él mismo escribe. Su guitarra no puede escucharse en Tijuana Surf Drums A Go-Go, aunque estuvo detrás de la producción de ambos temas. 


El éxito de Tijuana Surf en México motivó que varios grupos de la época realizaran adaptaciones vocales. La que fácilmente se puede considerar como la mejor (en mi opinión) y más conocida, es la que grabaron Los Seven Days en 1964. El cover de esta banda originaria de Laredo, Tamaulipas, pegó con mucha fuerza en el norte del país.


Y aquí les dejo todas las fuentes y referencias que tomé para el artículo en su momento. Increíblemente, y a pesar de que estamos hablando de un rango de tiempo de 15 años, todas las páginas citadas siguen online (la única que no me sorprende, claro, es Discogs. Las demás... wow). Les recomiendo darles una mirada, no solamente si quieren saber un poco más sobre The Persuaders, sino por el contenido general de cada una:

http://instrorama.blogspot.com/2009/02/los-persuasivos-hollywood-persuaders.html https://www.discogs.com/artist/258012-The-Hollywood-Persuaders


II. As I remember...



Tijuana siempre me traerá recuerdos de una época muy específica: el Verano/Otoño de 1996, cuando cursaba Quinto de Primaria y me gustaba escuchar la programación nocturna de la RG 690 de Monterrey. Como llegué a comentar en una de las entradas anteriores, aunque dicha estación es conocida por centrarse en la programación deportiva, durante muchos años mezclaron las espacios de opinión con un horario dedicado a la música "del recuerdo". Fue precisamente gracias a la RG la conducción de Víctor Manuel Hernández (y otro locutor que se llamaba... ¿Juan Uriegas? Sí, si no estoy mal, ese era su nombre. Pero se notaba de inmediato que no sabía mucho de música; el bueno era Víctor), que pude adquirir bastantes conocimientos de lo que fue el Rock sesentero de México. Bien podría explayarme acerca de mis recuerdos sobre La Deportiva, pero prefiero guardar energías para un post especial que incluya algunas grabaciones que conservo dentro de mis archivos y, por supuesto, más historias sobre la RG.

Al cierre del artículo de hoy, sólo comentaré que Tijuana era uno de los pocos temas a cargo de un grupo extranjero (fuera de otros cuantos de Bill Haley, a quien imagino que consideraban como "nacional" por el material que grabó con Orfeón durante su periodo en México, junto con Tequila de The Champs y La Bamba con Ritchie Valens) que podían escucharse en la programación musical de la RG. Para 1998, sin embargo, expandieron el contenido poniendo canciones de los 90, y en la conducción ya sólo quedaba Uriegas junto a otra conductora, quienes nunca hacían mucho caso cuando se les pedía alguna complacencia. 

Pero esa es otra cosa, de la que ya hablaremos cuando llegue el momento.

viernes, 22 de marzo de 2024

The first day of spring

Sugeriría escuchar a Vivaldi, si al menos
no fuera todo un cliché.
La primavera llegó de manera contradictoria a Monterrey en 2024. La noche del Domingo comenzó una lluvia que se extendió por prácticamente todo el Lunes, trayendo un par de días con frío moderado. Un "frente frío" (como dicen los que saben) que marcó el cierre de un Invierno débil, imposible de comparar con los que vivimos en años anteriores. No me quejo, digo. Ya les había contado antes que no me llevo para nada con las temperaturas bajas... Sí, yo sé que a mucha gente le gustan. Peeero yo no formo parte de tal grupo. Al respecto de la lluvia, cualquier chubasco se agradece, en un momento en el que nuestras presas se encuentran a punto de quedar secas. Esta es una ciudad cuyo clima es famoso por ser inestable, caprichoso. Creo, aun así, que las tendencias de lluvia tienden a repetirse de una forma que podría ser descrita como ligeramente predecible: un año viene con su Verano sin lluvia (como en 2021). Y, al siguiente, nos estamos ahogando (recordemos lo que pasó a fines de Agosto de 2022. La historia se dio exactamente igual en 2019 y 2020). Pero no nos adelantemos, lector. Tengo la esperanza de que Agosto y Septiembre, acercándose el Otoño, traerán el regalo de lluvias cuantiosas... y si no es así, pidiéndoles una disculpa ante la falta de elegancia en mi léxico, nos va a cargar la chingada

Ok... dejemos la especulación dramática y el lenguaje arrabalero para otra ocasión. Volviendo al tema: cuando era más joven, con una mentalidad más simple y "edgy" (no pondré "melancólica" porque, dejándonos de cosas, sigo siendo melancólico), solía decir que el Otoño era mi estación favorita. Mi imagen del Otoño no estaba muy apegada al realismo, sin embargo, siendo más bien influenciada por las poesías que acostumbraba leer y escribir. La estampa de las hojas de los árboles cubriendo los calles, el viento suave, la boina gris y el corazón en calma de Neruda... ese estilo de cosas en las que sólo puede pensar un adolescente, un poco más sensible de lo razonable, que ha descubierto el poder emocional de las palabras. Ahora que ya estoy más viejo y fastidiado, creo que le he encontrado el gusto a la Primavera. Es la temporada de las vacaciones de Semana Santa, cuando el clima es excelente (antes de que el Verano ponga el termómetro a más de 40° y las laptops quemen los dedos)... ¡Qué sé yo! Se respira una atmósfera tranquila, con nostalgia de la buena. Es como si la Primavera fuera la infancia del año, a pesar de que ya nos encontramos casi en el cuarto mes. Marzo y Abril son amigos amables, cuya presencia es muy agradecida para el ánimo. Difícil de explicar con palabras claras lo que quiero decir. Sólo sé que la Primavera es hermosa, y que no puedo evitar quererla. 

Precisamente recordaba que, en uno de mis libros de lectura de la escuela Primaria, se incluía el poema Primavera, del autor cubano Nicolás Guillén. De acuerdo con el catálogo histórico de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), yo alcancé los libros de la generación de 1988 durante mi primer año de educación elemental. Para el segundo grado, ya nos habían hecho el cambio a los de la generación de 1993... lo que tiene perfecto sentido, puesto que cursé la Primaria de 1992 a 1998 (no, no alcancé a tener el libro con el perro blanco en la portada). No creo equivocarme de alguna manera, entonces, al identificar el Libro de Lecturas en el que estaba incluido el texto de Guillén. Y sé muy bien que no serán pocos quienes recuerden esta pequeña pieza literaria:

Mi libro escolar de lecturas, exactamente
hace 30 largos años...

Cuando leí el poema de Guillén tenía poco de haber cumplido los 8 años. No obstante, para esa edad yo ya conocía muchos temas del Rock mexicano sesentero, por lo que la metáfora de la "Prima Vera" como persona (y una frase muy, muy específica) me recordó de inmediato a una canción de la época, la cual parece -de hecho- una adaptación libre de la poesía cubana. ¿Ya se imaginan a cuál, verdad? Es uno de esos temas que se han vuelto considerablemente famosos entre muchas personas que no son aficionadas al Rock clásico, ya que (me acabo de enterar) suele utilizarse para bailables en las escuelas Primarias y Secundarias, como parte de los festivales de la Primavera. Lo curioso es que es una canción que habla sobre extrañar la Primavera cuando llega el Invierno, no sobre el arribo de la estacón en sí. Claro: me refiero a Vuelve Primavera, de Los Blue Caps, tema nacional compuesto por Armando Trejo en 1961. Tenía bastantes años sin escucharla, así que lo harán conmigo:


Y, para finalizar, aunque pensé en incluir The Rose de Bette Midler para cerrar el post de hoy, me fui con algo menos popular. El nombre de The Lilac Time, la banda formada por el británico Stephen Duffy, quizá no resulte tan familiar como el de otros grupos de su género. Su álbum No Sad Songs, sin embargo, me parece bastante bueno. En realidad, creo que no tiene alguna canción que pueda considerar como "mala" (me gusta particularmente The Wedding Song), así que vale la pena compartirles The First Song of the Spring antes de pasar a retirarme. Es una banda que merece mucha más atención de la que tiene, sin duda.