domingo, 9 de junio de 2024

Born under a bad sign

"¿Conjunción con... qué?"


"El problema es que tienes muchos planetas en la casa 12...", dice mi hermana, con actitud pensativa y ligeramente preocupada.

"¿Es eso... malo?", alcanzo a preguntar, algo confundido por su manejo de términos con los que no tengo familaridad.

"No es bueno ni es malo", me responde, después de un momento de análisis interno. "Pero el problema son los planetas que tienes, como Mercurio. Eso puede llegar a complicarte las cosas...", agrega, para luego seguir explicando detalles sobre lo que descubrió en mi supuesta carta astral. 

Mi hermana es de las personas que le tienen fe a la astrología. No se puede decir que comparto su modo de pensar, si hablamos sinceramente. Sé que figuras como Jung se la tomaban muy en serio (aunque... de los trabajos del hombre también surgió algo tan cuestionable como lo es el MBTI, unas de esas modas de Internet), pero la idea de que toda la vida de una persona pueda estar dictada por la posición de las estrellas me parece -en una palabra- cruel. Quiero decir, ¿vamos a dejarnos llevar por el hecho de que, si Marte o Júpiter se encontraban en tal o cual parte del cielo cuando llegamos al mundo, esto significa que nuestro porvenir ya está escrito? ¿Es en verdad el destino "inevitable", o es una simple ilusión mental que nos convence, nos da la creencia de que podemos saber qué pasará mañana? No... No creo que las cosas vayan por ese lado. 

Por supuesto que puede ser muy reconfortante el pensar que las astros nos guían, que gracias a ellos siempre tendremos la certeza del camino que vamor a seguir a corto o largo plazo. Yo he aprendido, sin embargo, que nada está escrito. Que cada día, desde la más pequeña decisión que tomamos al abrir los ojos (vaya: el abrir los ojos ya es la primera decisión importante que podemos tomar), escribimos nuestro futuro con las acciones que llevamos a cabo. Si la Luna se encuentra en la casa 8, o si Saturno está en conjunción biquintil con Urano, eso no tendrá importancia para nuestra voluntad. Ahora sí que, como decía una canción ochentera, nadie puede saber el futuro... pero definitivamente que podemos crearlo. Y, sobre todo, prepararnos para enfrentarlo cuando éste llegue con sus dificultades (que, muchas veces, nosotros mismos creamos). La vida no es un episodio de The Twilight Zone. Es mucho más compleja que eso, y dudo que mucho que las estrellas, tan lejanas e ignorantes de nosotros, puedan crear una diferencia en nuestro día con día. Puedo entender y, desde luego, respetar a quien le da importancia a la astrología. Pero difícilmente podría llegar a ser parte de mi filosofía personal.  No le veo manera, y tengo clara la idea de que seguiré así.

Mientras mi hermana me hablaba de la importancia de las casas y, sobre todo, de la número 12, no podía evitar acordarme de Hawley y su Born Under A Bad Sign. La canción no es sobre la astrología, por supuesto, pero la relevancia del título y el seño fruncido de mi hermana mientras examinaba los garabatos que representaban a mi "carta", me hicieron pensar de inmediato en este tema. Del excelente Coles Corner, vamos a escucharlo:


Born under a bad sign.
Sleeping late in the afternoon, 
staying out till dawn.

Born under a bad sign.
You've had a right life,
born under a bad sign.
Everybody knows,
everybody knows,
everybody knows.

Mi hermana sabe ya que la cuestión de los astros no es un tema que me entusiasme. Y, a pesar de todo, sigue diciendo que soy "muy Virgo". Más bien, lo que yo quiero y me gustaría decir es, simplemente, que soy "muy Catz".

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