jueves, 4 de julio de 2024

Good enough for me...

Comprar o no comprar... that's the question.
Creo que una de las cosas que pueden llegar a ocurrir cuando se tiene un blog sin temática es que, en ocasiones, no traes una idea muy clara de lo que hablarás en el siguiente post. Y esto no es algo provocado por la falta de ideas, sino todo lo contrario: hay demasiadas cosas que se merecen un artículo... y, por ello mismo, resulta más complicado elegir un buen tema que la propia escritura del post en cuestión. Tengo, por supuesto, muchas opciones. Pienso en algunas de ellas y me digo "no, eso es para cuando el blog ya tenga cierto tiempo de vida, más historial". O "de eso no puedo escribir algo breve. Tengo que explayarme"... o al revés: "claro que no; a duras penas podría juntar dos párrafos sobre ese tema". Al final, lo mejor que se puede hacer para escapar de esa escalera de Penrose mental es, simplemente, abandonar la idea de un plan cuidadoso y pasar a la acción: comenzar a escribir y dejar que los dedos se encarguen de improvisar.

El legendario gato
con audífonos, símbolo de Napster.
Mientras tecleo estas líneas, pienso en tres temas que pueden servir para buenos artículos en las semanas que vendrán. Primero: recientemente se cumplieron 25 años del lanzamiento de Napster, el pasado 1 de Junio. Aunque su época de gloria fue relativamente corta (menos de dos años, los cuales tuve la suerte de experimentar de primera mano), por supuesto que me encantaría recordar lo que esta genial aplicación representó para el Internet del final de los 90, principios de los 2000... sin olvidar, claro está, la herencia que dejó con la llegada de otros programas P2P, como mi siempre querido WinMX (creo que yo fui uno de los pocos que nunca llegó a utilizar el infame Kazaa, especialmente después de que me volví paranoico con la seguridad de mi PC, a fines de 2002. Le tenía mucha fe, que quizá era un pobre efecto placebo, a ZoneAlarm). Ya hablaremos de ello en su momento.

Otro recuerdo que puede servir para un post particularmente extenso es que, por estas fechas de 2006, escuché a Morrissey por primera vez. Y fue una mera casualidad, que de no haber estado haciendo zapping a las 2 AM de un Martes, nunca se hubiera dado. Podrá sonar como algo superfluo, pero lo considero como una parte muy importante de mis recuerdos y, honestamente, de mi vida. Y es que la música del Mozzer representó algunos de los cambios que llevé a cabo a nivel personal en dicha época. Siempre he considerado que, por circunstancias que ahora me resultan lamentables, he tenido dos años que se pueden considerar como "perdidos": 2006 y, coincidentemente, 2016 (espero que 2026 salga mejor librado... digo). Morrissey representó más que simple música para mi yo de 20/21 años, y su influencia me llevó a expandir mis conocimientos de música (y de inglés, por cierto) como nunca antes. Aunque creo que el hombre debería de comprender el valor del silencio y, de vez en cuando, callarse, no puedo negar mi admiración por él... También le dedicaré su artículo en las próximas semanas.

Y, por último, recordemos que actualmente se está celebrando la Venta de Verano de Steam. Para los fanáticos de los juegos de PC, es uno de los eventos más esperados del año, puesto que es cuando se dan las mejores ofertas en plataforma de Valve. Aunque hace tiempo que ya no tienen la grandeza que mostraron en sus mejores años, las rebajas de Steam siguen siendo un periodo que se puede considerar como de fiesta. Me gustaría enforcar mi nostalgía en hacer una pequeña remembranza de lo que fueron las Ventas de Verano de la primera mitad de 2010 (la parte "buena" de la década). No está de más, y creo que me servirá de excusa válida para hablar de Steam en general...

Tales son, en resumen, algunos de los planes que tengo para Ir y quedar en el futuro próximo. Ahora bien, cambiando de canal y continente (frase de origen incierto que solía decir mi madre), contaré que hace un par de días me encontré con algo de gran interés en Ebay. Constantemente reviso este sitio en busca de nueva mercancía que valga la pena agregar a mi pequeña colección personal, siendo regularmente aquella que es imposible conseguir en México. No me considero un "coleccionista", aclarando. Lo fui, pero hace tiempo que me deshice de casi todo lo que  me pudo haber convertido en coleccionista, prefiriendo sólo adquirir aquello con valor personal/sentimental. El caso es que ha hecho su aparición esta pequeña pieza:  

Creo que esas cinco vistas son mías en su totalidad...

Se trata de un dibujo original de Sonia Holleyman, la creadora de Mona the Vampire y autora/ilustradora de todos los libros del personaje. Si alguna vez han leído la sección de Acerca del blog y su autor, sabrán que el personaje de Mona tiene mucha importancia sentimental para mí. No quisiera hablar demasiado de ella todavía, puesto que tengo contemplado dedicarle un artículo de una extensión bastante grande en Septiembre, cuando la serie animada cumpla los 25 años. Sin embargo, comentaré que este dibujo, el cual también está autografiado, me ha puesto en un dilema. 

Libro original de Mona the Vampire (1990).
Por un lado, creo que sería una aquisición excelente. Hablamos de un dibujo directamente realizado por la "madre" de Mona. Mucha gente cree que Hiawyn Oram es la creadora de nuestra pequeña vampira, pero no es así: ella escribió los cuatro libros que sirvieron como base directa de la caricatura (sí fue la creadora de muchos de los personajes secundarios), pero Mona es una creación completa de Holleyman. De hecho, la versión de los textos de Oram es muy diferente a la Mona que podemos ver en la serie animada en cuanto a personalidad, siendo ésta más parecida a la del libro original de Holleyman, mismo que se publicó en Agosto de 1990. La cuestión es... el gasto me hace pensar un poco. El dibujo cuesta 70 USD; agregando el envío de Inglaterra (sé, por experiencia, que Correos de México es terrible para compras internacionales en Monterrey), junto con la importación al país... hablamos de por lo menos $2,500.00 pesos (un poco más de 120 USD). Y, por supuesto, no estoy considerando que podría entrar en una guerra de pujas que podría inflar mucho más el precio. Así que, contemplo mis opciones y me dedicó a sopesar la idea de gastar una cantidad considerable en un dibujo, especialmente si considero que mi colección personal de Mona ya ha representado una pequeña fortuna entre artículos e importaciones. Pero no deja de ser Mona

Haga lo que haga, no quisiera arrepentirme después.

En fin... El blog sigue con vida, a pesar de la lentitud cerebral que puedo mostrar en ocasiones. No vamos a dejar de tener novedades, y de eso pueden estar seguros. Para cerrar por esta noche, escuchemos a Bill Haley y su interpretación del clásico de Kris Kristofferson, Me and Bobby McGee. Aunque el tema es mucho más conocido en voz de Joplin, su versión nunca me ha gustado (bueno, de hecho, no me gusta nada de Joplin. Su estilo no me cae ni un poco). El cover de Haley me parece perfecto para el himno de Kristofferson, y aquí lo tenemos...

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