![]() |
Tonight is just like any other night, Catz... |
Lo anterior me llevó a pensar que lo mejor sería rendirse. Cuando empecé con Ir y quedar en Febrero de 2024, me dejé muy claro a mí mismo que ello representaría un intento final de ser productivo en línea. Si la idea fracasaba, iba a resignarme a no tener presencia alguna en el tormentoso panorama de Internet: no más blogs, no más textos, no más nada. Status quo a 2023. Y, hasta ahora, creo que bien podemos considerar al blog como exactamente eso: un fracaso. A pesar de todo, y quizá guardando todavía cierta esperanza de que las cosas pudieran rescatarse, modifiqué ligeramente el diseño para que fuera más a mi estilo (se agrega a Janet, representando a Australia y a Li'l Elvis and the Truckstoppers, como nueva mascota/símbolo del blog), pero sin decidirme realmente a tomar un camino claro: o seguía... o abandonaba. Time to choose.
I. Looking for the Next Best Thing
Dedicando el tiempo a todo que no fuera la escritura, hace unas semanas me encontré con una sorpresa de lo más agradable: dos nuevos artículos en SydLexia.com. Aunque tal vez sería mejor dedicarle algún post especial, al menos puedo contarles que SydLexia fue una de las principales influencias para la creación del blog. Le podemos describir como una página o blog personal, en la que su autor nos narra sus recuerdos y experiencias sobre la cultura pop de EEUU para las décadas de 1980 y 1990: videojuegos, series de TV, juguetes, música, películas... o todo lo que se le pudiera ocurrir a su creador, el hombre de las memorias, Syd Lexia. ¿Qué dices? ¿Que eso suena como un blog retro cualquiera? Para nada. En primer lugar, Syd comenzó el proyecto desde 2004, mucho antes de que surgieran las docenas de páginas de Facebook o canales de YouTube que buscan explotar el tema sin mucha profundidad, explotando el peso que se ha ganado la nostalgia en los últimos años. Pero ninguna puede hablar de los buenos recuerdos con el mismo ingenio y humor que Syd le ponía a cada texto.
Si mal no recuerdo, conocí a SydLexia.com en Septiembre de 2006, porque unos días antes (como "autoregalo" para mi cumpleaños 21) había comprado Vietcong 2 en GDGames. No estoy seguro de cuál fue mi razonamiento para ello, siendo que el juego ni siquiera podía correr en mi PC de aquellos tiempos (bueno: la demo podía correr, pero a unos 15 FPS. Igual pasó con Condemned. Siempre pensaba que podía jugar títulos nuevos con una FX 5200, sólo para darme cuenta de que estaba siendo un ingenuo. Sí, ya desde entonces). Aprovechando una oferta (lo que era rarísimo en GDGames), también adquirí un disco llamado Capcom Arcade Hits: Volume I, mismo que incluía ports "modernizados" para PC de Street Fighter y Street Fighter II: Champion Edition.
A decir verdad, mi razón para comprarlo fue que jamás había jugado el primer Street Fighter. Por supuesto que conocía su secuela a la perfección. No creo que exista algún "niño de los 90" que no tenga conocimientos del clásico de Capcom, y en mi caso podría hablar muchísimo sobre él. Para mí no fue un simple juego: fue toda una parte de mi vida, como serían DooM y Half-Life años más tarde. Pero no sabía nada de Street Fighter, salvo que era el clásico que había comenzado el boom de los videojuegos de pelea a fines de la década de los 80. Así que, con toda la intención de conocer a la leyenda y tener una versión física del que fuera uno de mis títulos preferidos, compré el CD... y, bueno, lo que menos pude mostrar fue entusiasmo.
El port de SFII tenía cierto lag que se antojaba incómodo. Resultaba más agradable jugar la versión Arcade con el emulador Callus, sin ir más lejos (qué gozada era con Final Fight y The Punisher. Lástima que ya se considera obsoleto). Pero Street Fighter... fue cuestión de pocos minutos para darme cuenta de que no me había perdido de nada al no conocerlo antes. No se parecía ni tantito a su secuela. Qué digo: SFII era una obra de arte en comparación del primer título de la serie. Es posible que, si hubiera llegado a experimentarlo en Arcade, mi opinión sería distinta (em, no estoy tan seguro. No pasó con Pit-Fighter). No obstante, dada la forma en que se dieron las cosas, no puedo calificar mi impresión como una completa "decepción", pero ciertamente no fue lo que esperaba. Pensando que mi opinión podría estar un poco sesgada (por la edad, porque lo estaba jugando casi 20 años después de su lanzamiento, porque blah blah), me puse a buscar reseñas en el -entonces- pequeño panorama de Internet...
II. Enter Syd Lexia
Aunque para ese momento, fines del Verano de 2006, Syd ya había publicado varios artículos en su página web, siempre voy a opinar que el de Street Fighter es -para mí- uno de los mejores. No sólo me encontré pensando "tienes razón" cuando leía sus comentarios sobre el juego, sino que casi ni podía respirar por la risa. Y es que todo el texto mostraba un humor muy natural, que se notaba que ni siquiera se había tenido que esforzar intelectualmente para lograrlo, por más sencillo que pueda parecer en esta época de TikTok y "comedia" zoomer. El proyecto de SydLexia.com tenía para entonces poco más de dos años de existir, con algunos artículos anteriores y posteriores al de SF. Me puse a leer cada uno, y aunque no tenía mucha familiaridad con lo que hablaba en algunos de ellos (como el de Salute Your Shorts, una serie que no llegó a México), de todas formas me encantaba revisarlos, porque el estilo de Syd era muy agradable. Me gustaba la forma en la que sabía combinar nostalgia con humor, además de conocimiento de lo que hablaba, simplemente porque lo había vivido. Syd Lexia no era algún periodista escribiendo tonterías sobre cosas que ni siquiera experimentó de primera mano, sino un tipo normal de Boston que sólo quería compartir sus recuerdos. Y eso me encantaba, porque era precisamente lo que lo hacía tan genial en comparación de otros medios de la época. No era algo mainstream, sino personal. Y, sobre todo, genuino.
Me convertí en un visitante frecuente de la página, aunque siempre de bajo perfil. No creo haber sido el único mexicano que había encontrado ese gran refugio de memorias, mas nunca participé en los foros, los cuales recuerdo que eran muy activos y con una comunidad considerable. En parte porque ya desde entonces me venía mejor ser lurker, y en parte porque mi inglés no estaba tan pulido como para tratar frecuentemente con nativos (de todas formas, no recuerdo ningún foro en el que haya participado entonces, ni en inglés ni en español). A pesar de ello, siempre estaba al tanto de la llegada de un nuevo artículo o entrada a su blog... especialmente las llamadas Fun With Search Engines, en las que Syd seleccionaba las búsquedas más extrañas o ridículas que habían llevado a algún visitante random a su web.
![]() |
SydLexia.com en The Wayback Machine. 4 de Febrero de 2005. |
Syd recientemente publicó dos nuevos artículos en el sitio web, apenas entre Noviembre y Diciembre, después de un periodo de inactividad que comenzó en 2017. Me enteré hace unos días, y la verdad es que quedé impresionado. Syd Lexia estaba de vuelta, y yo no podía mantener un blog que había estado planeando durante años. Y ahora que escribo estas líneas me doy cuenta de que, sin quererlo y a base de recuerdos, he terminado también por regresar a la actividad gracias a la vuelta de un grande.
Aunque sigo pensando que me gustaría poder atraer a más lectores algún día, supongo que tendré una audiencia mucho menor si dejo al blog en calidad de abandono. Así que, como una especie de Henry Darger con cuenta de Steam (y sin, em, historias de niñas con anatomía masculina), seguiré escribiendo y publicando textos. No quiero arrepentirme luego de no haberlo intentado, por más decepción que me provoque ver el artículo de Mona -por ejemplo- y darme cuenta de la poca relevancia que tuvo, al final. No sé si considerar dicho artículo como un fracaso (creo que debería borrarlo, la verdad)... pero hice lo que pude, y con lo que tenía a mi alcance. Podría arrepentirme de haberlo escrito, como podría arrepentirme de todo lo que he hecho con el blog en sí, pero supongo que es peor mirar atrás y arrepentirse de lo que no se hizo. Y no al revés. Don't look back in anger, como dice un grupo del que nunca he sido fanático, aunque tienen razón...
Gracias, Syd.
====================================================
Es curioso que, cuando publico este tipo de reflexiones, invariablemente pienso en Zevon. Bien podría pensar en Cohen, o en Waits, pero siempre termino recordando alguna letra del gran Warren... y por buenos motivos. Era inevitable cerrar con el tema que dio comienzo al post de hoy. De The Envoy (1982), Looking for the Next Best Thing.