miércoles, 8 de mayo de 2024

A veces, simplemente hay que atreverse

Soon we'll be shipbuilding.
Podrá sonar como algo que carece de la menor importancia en el, vamos a llamarle, "gran orden de las cosas", pero hace un par de días cambié el disipador para la CPU de mi computadora de Escritorio. Sí: es un pequeño movimiento técnico que resulta simple para el que sabe lo que está haciendo... ahora bien, y a pesar de que estoy a unos días de cumplir 25 años como usuario de computadoras (el primer equipo de la familia se compró el 10 de Mayo de 1999, fecha que recuerdo a la perfección), hace unos pocos meses no me hubiera atrevido a realizar algo como esto.

¿Por qué?, se preguntarán ustedes. Pues... por simple inseguridad. Por dudar de mis propias capacidades. No se puede describir de otra forma. Durante un buen tiempo, mis habilidades técnicas en cuanto a informática se limitaban a software... y, a decir verdad, hasta 2015 no me había molestado en hacer un proceso tan básico como lo es un reformateo. Con el paso de los años comencé a aprender más detalles, pasando por experimentar con diferentes sistemas operativos, como Linux y sus distros (Ubuntu, Zorin OS, LubuntuPop!_OS, Manjaro... decidiéndome por Mint Xfce, la cual dejé instalada en una mis laptops) o FreeBSD, para finalmente poder instalar y reinstalar Windows en sus diferentes versiones de manera rutinaria. Todavía en 2018, sin embargo, dependía de técnicos para realizar algunos cambios en el hardware, los cuales simplemente no me atrevía a hacer por mí mismo. Pero las cosas iban a cambiar, me gustaran o no.


I. It's understood, we'll do or die

 

Pasé de Noviembre de 2012 a Octubre de 2023 con el mismo equipo de Escritorio: un procesador Intel i7-3770, emparejado con una tarjeta de video GeForce GTX 970 (comprada en Octubre de 2014). Como hace años tenía mucho interés por los juegos de tipo AAA, era un equipo pensado específicamente para servir como computadora gamer. Ahora bien, para principios de 2023 comencé a preguntarme si valía la pena actualizarme con un equipo que tomara el papel del equivalente moderno de mi vieja PC, la cual temía que pudiera fallar en cualquier momento debido a su edad. El panorama de los videojuegos en general tiene unos tres o cuatro años que no me entusiasma tanto (¿hay juegos AAA que valgan la pena? Pues... el remake de Alone in the Dark se ve llamativo. Mi época en la que me apresuraba a comprar el último Call of Duty, sin embargo, se acabó con Advanced Warfare. Ahora difícilmente pago más de 250 MX por cualquier juego), teniendo ya la preferencia de buscar títulos indie orientados al estilo Metroidvania (Blasphemous es un ejemplo excelente. Ya le escribiré su artículo) o a los mal llamados "Boomer Shooters" (a los que sería más apropiado llamar "Gen X Shooters", si nos ponemos técnicos. Quiero hablar de algunos de ellos, por cierto. Le he estado dedicando tiempo a los dos Forgive Me Father desde Marzo. El primero no está mal... El segundo, por otro lado, me parece estupendo). Por ello es que dudaba que valiera la pena gastar en un equipo muy sofisticado, llegando inclusive a pensar en adquirir un Steam Deck. La costumbre pudo más, y en Septiembre del año pasado me fui por lo clásico: AMD Ryzen 5 5600xRTX 3060 12 Gb. Un equipo modesto, para un usuario que ya puede recibir el mismo calificativo.

¿El problema? Pues que la tienda, en lugar de seguir la instrucción de que el equipo debía entregarse armado, me enviaron por separado cada una de las piezas que había elegido (he sido cliente de PCEL desde 2003. En estas dos décadas, a veces me han sorprendido por la calidad de su servicio... en otras, bueno: no sé en qué están pensando). La idea de la tienda era ofrecerme el ensamblado una vez que todas las piezas de la computadora hubieran llegado a mi casa. No era un mal plan, pero... no me gustaba. Comencé a preguntarme si valdría la pena dejar mis temores e inseguridades a un lado, para lanzarme a armar la computadora desde cero. Mi experiencia en hardware hasta ese momento consistía en un cambio de PSU (lo cual tuve que hacer en Julio de 2020, cuando casi todos los negocios estaban cerrados), además de reemplazar la RAM y los discos duros de dos de mis laptops. Pero, por algún motivo, sentí que ya era tiempo de irme a la grande.

Blasphemous: mi juego de cabecera en 2019 y 2020.
En fin: con ayuda de los numerosos tutoriales disponibles en YouTube, sentido común y "prueba y error", mi equipo de Escritorio quedó listo, con Windows 11 (Picotazo de KMS, claro). Es la primera computadora que he armado en 25 años de usuario de PC, y espero que no sea la última (meh, no creo vivir tanto). Cometí errores, sin embargo. Tuve varios problemas para instalar correctamente el disipador de la CPU. Este detalle fue el manchón negro de lo que, de otra forma, se podría haber considerado como un build casi perfecto, puesto que noté que el procesador estaba alcanzando algunas temperaturas preocupantes para la temporada de Otoño. Nunca sabré si esto fue porque instalé mal el disipador de stock, o si fue porque éste no tenía la potencia suficiente como para refrescar al procesador. Todo lo que sabía es que tenía que cambiarlo, pudiendo esperar hasta la llegada de las primeras temperaturas altas de Abril y Mayo.

Pensando que todo había sido culpa mía por, quizá, haber hecho las cosas mal al colocar el disipador y, temiendo repetir mis equivocaciones, quise dejarle el trabajo a los "profesionales". Conseguí un Thermalright Peerless Assassin 120 SE a buen precio y comencé a buscar un técnico que pudiera apoyarme con el cambio. Era solo un pequeño ajuste, después de todo... Pero el plan dejó de parecerme atractivo cuando me dieron sus presupuestos. Uno de esos pros quería cobrarme 600 MXN (35 USD, al día de hoy), mientras que otro (al que consulté pensando que me ofrecería un mejor acuerdo) se fue a 800 MXN. Vamos: eso lo veo razonable para armar un equipo nuevo desde cero. Pero, ¿instalar el disipador de una CPU? ¿En serio? ¿Casi 1,000 pesos por un movimiento que no puede llevarle más de 15 minutos a alguien con experiencia? Digamos que me salió lo regiomontano, no queriendo pagar ninguna de las cantidades que me pedían... y se podría decir que me picó el orgullo. "Ya armaste una computadora desde cero", me dije. "¿Cómo diablos no vas a poder con un maldito abanico?".

Forgive me Father, de lo mejor de los Boomer Shooters.
Me decidí a afrontar las cosas. Guiándome con un par de tutoriales en línea, me tomó unos pocos minutos completar el cambio. Retiré el viejo disipador sin mucha novedad, limpié la pasta térmica, apliqué la nueva y, salvo por un par de momentos en los que sentí que las cosas podían complicarse, el nuevo artilugio refrescante quedó instalado de manera exitosa. ¿Que si fue una buena compra? Diría que sí. La CPU ahora se mantiene con una temperatura que ronda entre los 37° y 43° grados en reposo... lo cual parece elevado, pero -dadas las circunstancias- no está nada mal. Considerando que hemos tenido algunos días de calor extremo en la ciudad (un poco a destiempo... o no tanto. Puedo recordar algunos Mayos en los que el termómetro ya superaba los 38° ó 40° por las tardes, así que la mezcla de Primavera y Verano que ha traído 2024 no puede ser calificada de "atípica"), dichas temperaturas se antojan de los más respetables... y mucho más preferibles que las que llegaban a darse con el viejo disipador, en especial si tomamos en cuenta que mi PC está ubicada en una habitación que recibe el calor del sol directamente. 

La cuestión es: pude haber perdido dinero estúpidamente solo por la idea de que yo no podía hacer el cambio de disipador. Si me hubiera quedado con la testarudez de que era algo complicado, que probablemente terminaría "arruinando" las cosas por mi falta de pericia, habría dejado en manos de otra persona algo que, al final, yo mismo pude hacer con mi poca experiencia en cuanto a hardware. Y ahora que lo pienso, creo que el hecho de haberme atrevido a armar el equipo en primer lugar tuvo una dificultad considerablemente mayor que la que pudo implicar la instalación del Thermalright. Y es que, a veces, simplemente hay que atreverse. De igual forma que me atreví a armar mi computadora hace 7 meses, ahora pude hacer algo que mi maldita inseguridad me decía "olvídalo". Es como atreverse a tener de manera pública un blog extraño y aburrido, en el que puedo hablar acerca de estas pequeñas y tontas vivencias, junto con las enseñanzas que me dejan.

En verdad que nunca es tarde para aprender a hacer las cosas por nosotros mismos.


II. Don't rake up my mistakes



En el Departamento de Asuntos sin Importancia, contaré que el otro día me uní a Bloguers.net, una plataforma que funciona como "agregador de enlaces de blogs"... o sea, en palabras comprensibles y castellanas, no es otra cosa más que una página en la que podemos promocionar los artículos de nuestros blogs. Sugerí el post que le dediqué a The Hollywood Persuaders, obteniendo algunos clicks... pero terminé por cancelar la cuenta a las pocas horas. No creo que sea una comunidad apropiada para un concepto como Ir y quedar, empezando porque la mayor parte de los blogs que pude ver en sus archivos tenían entradas pequeñas y (muy) numerosas. Quiero decir, eran bitácoras en las que sus autores publicaban unos 4 ó 5 artículos al día, con poquísimas líneas y temas tan dispares como el Día del Trabajo y un nuevo videojuego de rol para la consola PlayStation. Todo de forma breve, con lenguaje técnico, sin toque personal

Creo que la mayor parte de los blogs de la plataforma están pensados para ganar dinero, lo que supongo que hacen bien si la idea es mantenerlos con la mayor actividad posible y un número considerable de visitantes. Sé que la posibilidad de obtener ganancias con Ir y quedar es prácticamente nula (con eso de que actualizo cuando quiero), por lo que no forma parte de mis aspiraciones para con este proyecto. Sin ir más lejos: sospecho que leerlo gratis ya es bastante pedir para el visitante promedio, así que no mentiré cuando les digo que no me interesa el dinero. Lo que quiero es escribir, recordar, reflexionar... y nada más. Por ello es que pedí que cancelaran mi cuenta de Bloguers.net. También pude ver que era una comunidad un tanto cerrada, y la verdad es que no soy muy dado a socializar por la fuerza... motivo por el cual no duré ni 6 meses como agente de soporte en chat para Netflix, en el desafortunado 2017. Para ese trabajo se necesitaba mentir demasiado, lo que no me gustaba. Y sigue sin gustarme, como podrán suponer. Al menos me sirvió para pulir el inglés, which wasn't so bad. 

Es cierto que este pequeño blog aún no cuenta con muchos visitantes o lectores... pero ya vendrán. If you build it, he will come. Pero ciertamente no ocurrirá por medio de falsedades y promoción descarada. No, señores... yo no le hago a eso. En fin... ¿qué tal algo de música para cerrar el post? Me gustaría compartirles algo. Vamos con Micah P. Hinson y Close your Eyes, tema inicial del disco Micah P. Hinson and the Gospel of Progress. Viene a tono para esta madrugada, con el amanecer ya próximo...

lunes, 29 de abril de 2024

La poesía del número 13

Escritura nocturna de poemas, circa 2002.

Pues ha llegado el momento de publicar la entrada número 13 del blog. En cierta forma, esto carecería de importancia, si no fuera por el hecho de que una enorme cantidad de personas (culturas enteras, más bien) consideran que este pequeño número es de muy mala suerte. Se le adjudica una especie de relevancia cabalística que nunca puede llevar a resultados favorables, cayendo en el extremo de que algunos edificios suprimen por completo el piso 13, o simplemente lo dejan en el más puro abandono... parte superstición, parte precaución, imagino. Y supongo que, de hacerle caso a quienes califican a este dígito infame como un símbolo de mal agüero, el  blog comenzó con el pie izquierdo, puesto que tuvo su "gran apertura" el día 13 de Febrero (una fecha que, por motivos personales, me resultaba de suma importancia para arrancar este proyecto). 

Ahora bien, ¿debería dejarme llevar por las creencias populares e ignorar el hecho de que el post número 13 de Ir y quedar llegaría alguna vez? Nah. No creo que sea lo correcto. Y no es que sea un tipo muy racional o lógico (para nada), sino que mi punto de vista puede tacharse de cínico: ¿qué es lo peor que podría pasar? Nunca me he considerado a mí mismo como un hombre con buena suerte, sino todo lo contrario (ahora sí que, como cantaban Los Piccolinos: "¿a quién le puede pasar? Sólo a mí, sólo a mí..."). Considerando lo anterior, ¿es en realidad esta caótica cifra tan mala, o estamos hablando de un miedo igual de absurdo que el que mucha gente le tiene a los gatos negros, esas pequeñas panteras que los verdaderos amantes de los felinos adoramos? No soy quién para juzgar, ni tengo tantos conocimientos de aspectos sobrenaturales (vaya) que pudieran servirme para hablarles largamente sobre la importancia, a nivel esotérico, de la unión del 1 con el 3... pero sí que puedo decidir cómo tratar de la mejor manera la existencia de una entrada que, guiándonos por el orden de sus dígitos, sería motivo suficiente para despertar nerviosismo en muchos redactores. Buscando un método casero para "exorcizar los demonios", será buena idea hablar un poco sobre poesía. Específicamente, mí poesía.... bueno: si se le puede llamar así a las mezclas de palabras que solía componer hace años. Vamos allá.

I. My poetry was lousy, you said...

 

Siempre he dicho que, como escritor de poemas (usaré dicho término en lugar de "poeta". Soy muy honesto al decir que no sé si puedo calificarme a mí mismo como poeta. La palabra implica un dominio del arte, algo que yo jamás alcancé), tuve cuatro diferentes épocas. La primera de ellas fue entre 2001 y 2003, cuando apenas experimentaba un poco con la cuestión poética. En ese tiempo me interesaba más la creación de cuentos, sin embargo, puesto que fue el momento en el que realmente descubrí la genialidad de libros que guardaba la biblioteca familiar (casi todos comprados por mi padre desde la década de 1960). Ya desde antes disfrutaba leyendo algunos tomos que yo mismo había elegido, como las Narraciones Extraordinarias de Poe, o el tercer tomo de Aventuras de Sherlock Holmes de Editorial Porrúa (parte de la colección "Sepán Cuántos..."). Era una mezcolanza de las primeras historias escritas por Conan Doyle, junto con todos los cuentos de The Case-Book of Sherlock Holmes. Todos los libros con los relatos del personaje que se publicaron bajo el sello de Porrúa eran un tutti-frutti, pero no estaban mal. Por cierto que este volumen lo compré usado en la famosísima Librería Cerda (el 5 de Mayo de 1999. Hablo de Monterrey, por supuesto), a un precio más caro del que me hubiera salido nuevo. Tenía la idea de que los libros de Holmes eran "muy difíciles" de encontrar -no sé de dónde saqué esa estupidez-, por lo que no tuve la precaución de buscar primero en la Castillo o Iztaccíhuatl. Hace años que no pongo un pie en la zona de librerías de segunda mano de la ciudad, ya que hablamos de eso... De hecho, tengo muchísimo tiempo sin entrar a cualquier librería. No creo que el coleccionismo de libros valga la pena en la época actual, realmente.

El caso es que la creación literaria me pegó con fuerza, llegando a escribir algunos cuentos sencillo que no vale la pena rescatar. Quería imtar a Lovecraft, que en ese momento era mi ídolo (meh, tenía 15 años). Había conseguido, por fin, mi primer volumen completo del loco de Providence (El Intruso y otros cuentos fantásticos de EDAF), así que tenía inspiración para rato. Sin embargo, comencé a preguntarme qué resultaría si hiciera el intento de probar suerte con la poesía... y quise probarme. Comencé y no me detuve por un espacio de dos años, después de haber escrito una buena cantidad de poemas sencillos. Y bastante, bastante dramáticos. No puedo hablar demasiado de ellos, salvo que son malos y, más bien, eran una forma en la que daba rienda a los sentimientos negativos que a veces llegan con la adolescencia. Todos los adolescentes son dramáticos, de una forma u otra, y cuando eres notablemente más sentimental que el promedio, las cosas se ponen todavía más emocionales de lo que deberían. Conservo casi todos los textos que escribí en este periodo, por lo que puedo leerlos y sentir pena hacia mi yo de 16... Aquí les dejo un ejemplo, compuesto a principios de 2002. Nótese que, a pesar de todos los defectos que pueda tener mi intento de poesía, contaba con un buen vocabulario para un chico de esa edad.


Sonidos de la tarde
(21 de Enero de 2002)

*****

Bello y rosado atardecer...
en el aire vuelan
los sonidos del ayer,
y un grupo de seca hojarasca
cubre la dulce piel
de las cúpulas terrenales,
con una lluvia de cien rosales
y los tristes ecos fantasmales
de las encerradas voces,
sobre el prodigioso lago azul
y las gorgoteantes canciones
de las aves que moran en el abedul.

Hierba verde y danzante
conversa con el viento solitario,
que envuelve al espino rozagante
y tiembla bajo las alas del canario.

En su cénit romántico,
la llanura flameante
rompe los límites de su espesura
y baila, rugiendo al aire,
con su particular y digno arte.
Sobre el vínculo dorado,
la noche espera su llamada
y duerme en ignorada calma,
preparando su etéreo buque
y la hora de cortar amarras.

*****


Por un tiempo dejé la poesía en el olvido. En 2005 me animé a volver a escribir, en lo que yo llamó mi segunda época en cuanto a la experimentación con poemas, siendo también la primera vez que los publiqué en línea. Para entonces, nadie había leído mis ocurrencias (ah, no... me estoy olvidando de que en Junio de 2002 participé en un concurso de poesía en la Prepa. No alcancé ni un maldito lugar, y eso que premiaron a 15. Sí, a eso me refiero con "mala suerte", estilo Charlie Brown). Con el descubrimiento de un sitio llamado Rincón de Poesía (que todavía existe, por increíble que resulte), recibí mis primeros comentarios y lectores. Esta época no duró mucho, sin embargo, y creo que no guardé ninguno de mis trabajos de dicha era... mas no es una pérdida muy grande, la verdad. Al menos, no es una de la que me arrepienta. Escribí poco, pero mi estilo cambió en comparación de lo que producía unos años antes. Esto dio cabida a lo que fue mi tercera época, y quizá la mejor de todas.  


II. It's only words, and words are all I have



Toda mi tercera época de escritura de poesía se dio como miembro de la web Arihua.net. Ya no existe, pero recuerdo que todavía en 2016 podía visitarse. Exactamente diez años antes, yo publiqué en dicha página lo que fueron mis mejores textos poéticos, desde Enero de 2006 hasta Febrero de 2007. Mi nombre de usuario era El Desconocido y, fiel a mi estilo, no solía comentar o participar demasiado en la comunidad... o, más bien, no participaba. Todo lo que hacía era publicar y publicar escritos, alcanzando alrededor de 40. Conseguí algunos lectores asiduos, e inclusive llegaron a preguntarme si tenía libros publicados (sí,  me causó bastante gracia)... supongo que no imaginaban que el "hombre misterioso", ese que ponía cuadros de Magritte como imagen de perfil, era un simple nerd de 20 años.

Textos de Enero de 2007 en Arihua.net.
En cuanto a Arihua.net como sitio, pues... su diseño era muy de su tiempo. Trato de revisarlo con The Wayback Machine, pero carga de manera muy limitada o errática (para Junio de 2006 se pueden ver, como ejemplo, poemas publicados en Enero de 2007. Entre ellos aparece Sol de Escarcha, mi último trabajo que se leyó en el portal. No está disponible, como era de esperarse). Estaba lleno de animaciones en Flash, y había dibujos de mariposas y siluetas de mujer por todas partes. Sólo le faltaban Piolines, Minions (que todavía no existían) y fotos de Chayanne para verse como el clásico perfil de Facebook de señora. Y es raro, puesto que su creadora era una chica joven que se llamaba, precisamente y de acuerdo con le que llegué a leer, "Arihua". Me resultaba claro que toda la página era su vanity project (sin ánimo de ofenderla, pero claramente es lo que era), siendo ella también la administradora máxima. Fueron sus reglas, de hecho, las que terminaron por cerrar mi entonces racha poética: yo no lo sabía, pero si no iniciabas sesión en la web durante 90 días, tu cuenta se borraba automáticamente. Resultó que para Marzo de 2007 yo ya no sentía mucha preocupación hacia mi lado poético (estaba más enfocado en la cuestión escolar, pues había tenido algunos problemas en la universidad), así que dejé pasar un buen tiempo sin acordarme de Arihua.net. La consecuencia de esto fue que perdí mi cuenta y, por lo mismo, casi todos los poemas de mi tercera época... Pude conservar solamente algunos que había impreso, pero muy pocos. Fue algo desafortunado que sí lamenté, en realidad, aunque no había nada que pudiera hacer para resolverla. De lo que fue este periodo poético, les dejo el poema Lluvia. En comparación de lo que escribía a los 16 ó 17 años, adopté un estilo más sencillo... menos "adornado" y que era, más bien, poesía en prosa.


Lluvia
(Marzo de 2006)

*****

Dulce canción de primavera
que llega en las horas del cansado insomnio:
llueve.

Diamantes de belleza helada
y viejos recuerdos de verano;
trozos de cielo gris
que golpean con tristeza
los cristales de mi ventana.

Calles marcadas por el llanto
de los cielos y las horas,
luces de vigilia nocturna
reflejadas en una barcaza perdida
sobre el profundo mar azul
de la memoria;
temores callados
que vagan por las alas
de un pobre navegante.

En el camino solitario
de mi errada existencia,
las lágrimas del cielo
forman estrellas y guijarros
que inundan
el corazón de la noche.

Lluvia...
que golpeas con tristeza
los cristales de mi ventana...
Por lo menos tú me quedas.

*****


Mi cuarta época, y hasta el momento la final (a menos que, por alguna razón, me deje de cosas y decida ponerme creativo de nuevo), se dio de 2009 a 2012. Primero intenté regresar a Rincón de Poesía, publicando cuatro poemas con el seudónimo Gato. El problema fue que en ese momento se estaba dando el plagio de textos en dicha web, y al poco tiempo pude ver que uno de mis poemas ya estaba publicado en otro sitio, adjudicado a un tipo que se había vuelto infame por el robo poético (me acuerdo perfectamente de su nombre, pero no lo voy a mencionar). Al final, caí en un servicio en el que nunca pensé terminar, inclusive en un momento como 2009: DeviantArt... o "DevianTart", que le queda mejor. En dicho portal publiqué un número considerable de poemas, de los que conservé en su mayoría. Perdonarán que no me explaye, pero realmente no hay caso en el hablar de lo que fue ese periodo de casi 3 años en la plataforma. Les dejo uno de los primeros poemas de esta era:


N.
(Abril de 2010)

*****

Estoy sentado
frente al espejo,
escribiéndole una carta al pasado.
La tarde me ha ofrecido
su regazo,
sus manos cálidas
y el acero cortante de la lluvia.

Te veo entre las luces, 
con el agua de tus ojos
opacada por los cristales de luna.

¿Recuerdas al otoño?...
El viento dibujaba sueños entonces.
Las horas se quebraban
con el murmullo del papel
y la verdad oculta de tu rostro.
Te miraba en silencio
-como tú querías-
y rogaba que tus labios
no robaran el abrazo de mis letras.

En vano pedimos un tiempo
de amargura y espera.
En vano buscó mi angustia
una salida entre las puertas
de bronce dejadas por los años,
por los celos,
por el miedo que dejó tu pérdida 
en mi loca conciencia.
(¡Y después de tanto!...
¡De tanto!...)

Hoy estoy sentado 
frente al espejo,
escribiéndole una carta
a ese pasado roto que soñábamos.
Pero ha caído la noche,
y mi corazón desearía
que tú recordaras al otoño,
todavía.

*****


Bien, seguiré dejando por aquí más de mis poemas de cuando en cuando; tengo todavía un buen número de ellos guardados. Algunos respetables, muchos malos... pero no está de más recordarlos, en vez de dejar que se queden para siempre en el olvido. Estamos en ello, camaradas.

Amanece

Normalmente no me gusta la idea de utilizar el blog para publicar entradas "rápidas", o sin mucha información que pueda considerarse como relevante. Ya he dicho antes que, para el concepto de Ir y quedar, trato de enfocarme en posts trabajados y extensos. Pero, mientras contemplo la forma en que el amanecer llega lentamente a la ciudad, marcando el comienzo de una nueva semana, no dejo de pensar en la letra de It's A Beautiful Day Today, a cargo de la banda californiana Moby Grape (parte del disco Moby Grape '69).

Creo que es una buena excusa para escuchar el tema en esta mañana de primavera, que desde sus primeros minutos ya nos anuncia el arribo de otro día caluroso en Monterrey...


From dawn to dawn a lifetime,
the birds sing and day's begun.
The heavens shine from dawn to dusk,
with golden rays of sun.

People on their way,
beginning a brand new day.
I love hearing people say
"It's a beautiful day today".